Teatro de cámara, oscuro
Teatro de cámara, oscuro Frente panorámica; cejas despobladas y ascendentes; nariz grande, ancha en la punta y con marcadas y vibrantes aletas nasales; cuencas oculares profundas que alojan ojos negros e inexpresivos; piel facial marcada por un acné juvenil agresivo; mandíbula inferior puntiaguda y labio superior delgado y severo. El conjunto de su rostro es abrupto y anguloso, denota intransigencia, perversión, quizás desequilibrio. Se asemeja a Hannibal Lecter o a Dexter Morgan, – para hacernos una idea – . Sí, así es la cara que puedo recordar de Macario Láutaro , aquel director de teatro y, según él, sacerdote, del que nunca logramos conocer su verdadera identidad, con un desmesurado y enfermo ego. El panfleto que se podía leer en una de las carteleras de la facultad de Filosofía era claro y tentador: –“Se invita a todos los estudiantes interesados en participar en el montaje de una obra de teatro danza ... Clases de preparación gratis. Se requiere dis...


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