Mi vida calva
Mi vida calva
O cuando la procesión va por dentro
O cuando la procesión va por dentro
El título de este post fue propuesto por mi gran amigo, Luis Eduardo Madrigal, a quien lo agradezco de corazón.
En este proceso siempre me anticipé a la caída del cabello,
primero porque a mi edad ya había empezado a perderlo y; después porque ya me
había resignado a verme calvo, aunque todavía no lo era del todo.
Pensaba en aquellos crespos de mi vida bohemia y que en antaño hacían parte de mi encanto, -se permiten risas… ¡Qué decir de la caída de cejas y pestañas! Pero no
dejaba que la estética dominara mi vida y, me anticipaba. Me rasuraba quizás
para evitar el trauma, tal vez para no ver cómo los químicos modificaban mi
cuerpo, por terror o por todas las anteriores. Y me aterraba, pero me aferraba.
"Juventud, divino tesoro... y con cabello...jejejeje" |
El color pálido, casi traslúcido en mi cara al mirarme al
espejo, me espantaba; me hacía volver en mí y preguntar de qué color pintaba mi espíritu. Y como llevado por un hálito de esperanza, me daba un par de
cachetadas buscando aquel tono rosado, fruto del roce. La palidez existencial
no sería precisamente mi bastión, me decía; y me aterraba, pero me aferraba.
Cada vez que me era asignada una cita de hospitalización fuera esta corta, -usualmente de ocho días, o larga, -de hasta veinte y más eternos
días, me oponía y mi alma luchaba, me decía que todo iba a estar bien y que el
tiempo era relativo. Entonces racionalizaba: ¿Qué son unos días de encierro?
¿Qué las privaciones de 1 año, en una vida hasta ahora de 49? -Ahora ya saben mi edad y se vale que me sigan diciendo "Don Luis"... ¿Qué la rutina y
la monotonía a la que tantas veces me había opuesto? Y, como las Aves Marías de
un rosario, repetía: ¡fuerza, fuerza, fuerza! Y me aterraba, pero me aferraba.
Las crisis propias de quien lleva en el cuerpo un mal
relativo no demoraban en llegar: -las defensas por el piso, las plaquetas en
bajada y anemia moderada o severa; por efecto de los tóxicos fluidos. Y me
decía o escuchaba a otros decir: -todo pasará, mañana será sólo un mal
recuerdo, una historia más qué contar. Y me aterraba, pero me aferraba.
La comida de hospital, que toleraba estoicamente durante los primeros días, quizás durante la primera semana, se convertía en una real pesadilla. Era como si viviera sólo para comer y tenía que comer, se trataba de proporcionarle combustible al cuerpo. Pero comer por obligación puede ser una tortura. Cada vez el desayuno se hacía más próximo a las medias-nueve; y éstas al almuerzo, convirtiendo la merienda de la tarde en un ciclo abominable que se unía a la cena, -servida a las cinco de la tarde-, para cerrar el círculo con una ligera merienda en la noche. Le ordenaba al cerebro: ¡come! y comía; y siempre tenía hambre; y lo que comía permanecía en mi estómago, lo que consideré siempre una fortuna. Y me aterraba, pero me aferraba.
Con Flavio Carnevali, mi ángel de la guarda |
La comida de hospital, que toleraba estoicamente durante los primeros días, quizás durante la primera semana, se convertía en una real pesadilla. Era como si viviera sólo para comer y tenía que comer, se trataba de proporcionarle combustible al cuerpo. Pero comer por obligación puede ser una tortura. Cada vez el desayuno se hacía más próximo a las medias-nueve; y éstas al almuerzo, convirtiendo la merienda de la tarde en un ciclo abominable que se unía a la cena, -servida a las cinco de la tarde-, para cerrar el círculo con una ligera merienda en la noche. Le ordenaba al cerebro: ¡come! y comía; y siempre tenía hambre; y lo que comía permanecía en mi estómago, lo que consideré siempre una fortuna. Y me aterraba, pero me aferraba.
La fiebre, y no precisamente la de sábado en la noche, sino
la que me subió algunas veces, me puso en jaque, pues suponía esto, siete o más días adicionales sumados
a los ocho o quince de rigor, -incluidos nueve días de hospitalización domiciliaria, en la última quimio, como para cerrar con broche de oro, -que en todo caso fueron mejor que tener casa por cárcel; más una carga de antibióticos rodando por mis
venas. La primera vez que me sobrevino aquel
calor abrasador, no se me ocurrió otra cosa que respirar profundo, ordenarme,
ponerme en control, evitar el pánico y desalojar el temor. Y me aterraba, pero
me aferraba.
A toda mi familia, a mis hermanos, tías y primos, gracias |
Las transfusiones, las primeras en mi vida, me hacían pensar en qué se sentiría llevar dentro parte de otro ser humano; me imaginaba disparatadas cosas, espíritus buenos, pero también otros no tan buenos (jamás a la altura de la estupidez de Vicente Fernández). Me consolaba imaginar que tal vez podría heredar la sangre de alguien muy inteligente, ¡Qué tal la de un genio! -Risas permitidas. Igualmente las transfusiones de plaquetas, que en ocasiones traían consigo reacciones alérgicas, me ponían a prueba de los pies a la cabeza y, dentro de mis oídos algo empezaba a crecer, hasta que un antialérgico obraba. Y me aterraba, pero me aferraba.
Buscando exorcizar mis propios demonios, pasaba las horas
leyendo, escribiendo, tomando largas siestas, volviendo a leer, escribir, llenando
sopas de letras, trabajando un poco en planes no muy claros, -aquellos que se
pueden hacer cuando el futuro es incierto; y, en los últimos meses, pintando
mandalas. Así, las horas, los minutos, los segundos se hacían más livianos, en otras ocasiones eran una cadena
pesada que debía cargar a mis espaldas y, me desesperaba, daba rienda suelta a
mi mente, me negaba, ni yo me soportaba. Y me aterraba, pero me aferraba.
A todos mis amigos por ser tan solidarios y generosos |
La oscuridad nunca ha sido mi amiga, por lo menos la que se
da por contra posición a la ausencia de luz natural o artificial (la otra, ésa
“torcedura existencial”, la de todos los mortales, también yo la llevo inscrita en
el alma); y a la que debía ser sometido por algunos días, como parte del
tratamiento para evitar lesiones en la piel o en los ojos; a veces me anulaba
la luz interior. Y entonces trataba de leer mis propias líneas o las ajenas, y
de escribir, aprovechando los rayos de luz que se dejaban filtrar por entre la
persiana o los destellos que se colaban desde el pasillo. Me consolaba, pendía
de aquellas tenues lucecitas para resistir con la ilusión de un niño, hasta el
día en que me la devolvían. Y me aterraba, pero me aferraba y también me
alegraba.
Raras veces había sufrido de problemas estomacales y
digestivos, pero los químicos eliminaban mi flora intestinal y la movilidad
reducida convertía mis tripas en órganos perezosos, lo que terminaba siendo una
molestia. Jamás había pensado que el estreñimiento pudiera ser un terror, así
que acudía al ejercicio moderado, -aquel que requería poca energía; a masajear
el abdomen para aliviar la hinchazón y, respiraba, le pedía a mi cuerpo que
funcionara. Algunas veces lo lograba, pero otras fracasaba en el intento; éxito
que sí alcanzaban los medicamentos. Y me aterraba, pero me
aferraba.
La soledad me acompañó varias veces. Por fortuna mi familia,
mis amigos y conocidos han estado tan cercanos, que la disiparon la mayoría de las veces; pero hay momentos en que estás sólo tú y tus circunstancias, tú y tus
incertidumbres, tú y, el no futuro, entonces la convertía en poesía:
La soledad se me
apareció / me dejó ver su faz / angelical / diabólica a la vez//. Sus manos
blancas / venas pronunciadas / azuladas / manos heladas, inmóviles//. Sus
cabellos rubios / rubios sus mechones de oro / cabellos crespos, brillantes /
obnubilaron mi mirada//. Vestida de blanco / largamente vestida / balbuceando
palabras insonoras / imperceptibles / no escuchadas//. Soledad acompañada de
hastío / de frialdad / invitación a morirse lento / al suave vuelo//. Encuentro
con la libertad / ansiedad calmada / espacio abundante / violación al desespero//.
Llegó a mí la soledad / vestida de oleaje, cadavérica / a la vez que delicada /
inhabitual, inesperada//.
Tengo que confesar que la única oración, ésa que me conectaba
con el Infinito y con la Vida; aquella que le daba energías a mi desgastado cuerpo,
a mi algunas veces afligida alma y, que se niega a desaparecer por más
incrédulo que parezca, era: “¡Gracias,
Dios Padre! ¡Gracias, Dios Hijo! ¡Gracias, Dios Espíritu Santo! Y que
repetía como un mantra, tanto en medio del dolor, de la desesperación o de la
alegría. Y me hacía pensar en lo afortunado que había sido hasta ahora. He
viajado, he comido, me he deleitado con la belleza y el arte, he saboreado el
sabor amplio de la educación y, entonces una sensación de saciedad, de
plenitud, me llenaba. Algunos pueden leerlo como pedantería o conformismo, lo
que se permite también; pero “confieso que he vivido”, así que en un acto
interior de reconocimiento, volvía a dar “gracias a la vida, que me ha dado
tanto”.
La muerte, adelantada siempre dos pasos a nuestro existir, se
detuvo también delante de mi durante este tiempo y, por varias veces en aquel
pabellón oncológico. Rondando circunspecta,
amenazadora, a la vez que bufona, se aparecía cada vez que uno, dos o más de
mis vecinos eran dados de baja en el devenir de la historia, durante las
semanas de hospitalización. Mirándola a la cara, no podía menos que dar gracias
por no fijar las cuencas que antaño llenaron sus ojos, en los míos, todavía
llenos de ellos; -y bien grandes que si los tengo. Y de reojo se despedía,
“hasta la vista baby”.
Todo lo bueno que se pueda decir de ésa gente maravillosa que
me ha atendido de principio a fin en este año en Oncólogos del Occidente y otras instituciones médicas, se quedará corto. A ellos dedico
otros versos nacidos en medio de ésas cuatro paredes, no sin mencionar primero a
Martha, Sandra, Edilma, Gladys y Johanna que
mantuvieron siempre limpios los espacios, acompañando siempre sus tareas de una
palabra amable y una sonrisa grande; a doña Marta, que trataba siempre de complacerme con la comida; y a todos esos rostros incógnitos: Sandra, Elizabeth, Kelly, Natalia y Luz Karime, entre muchos otros, quienes en medio de los papeles de un escritorio hicieron de un acto administrativo un gesto de amor. No quiero olvidar la dulzura de Erika y la amable atención de Diana Carolina:
Regocíjate, Hipócrates
de Cos / por tus hijos de Tesalia / y los de estos tiempos / discípulos tuyos ahora
he encontrado//. Vibra emocionado / Apolo anclado en el olimpo / por tus hijos
Asclepio, Higia y Panacea / y también por tus pupilos presurosos / en la tierra
de la nuez del café//. Complácete en el Dr. Ramírez / Maestro del otós, de la
rhinos y la larynx / en sus manos diestras / su actuar sólido / y su determinación
de titán//. Anímate griego vetusto / con la Dra. Villegas / por su palabra
elocuente / su corazón dadivoso / y aquel rigor de ciencia antigua heredada//. Alborózate
padre médico / por las tantas Ninfas y Efebos / de la Sagrada Familia y eps
Sura / quienes alados por su humanidad / deshicieron presurosos sus pasos / hacia
mi humanidad herida//. Conténtate juramento Hipocrático / por los Dres. González, Galindo, Del Olmo, Serna y sus prosélitos: / Natalia,
Ana Lorena, Juan Bernardo, Mauricio, José David, Carlos, Fabián y Geraldine / por
su dedicación sin par y de largas horas//. Alégrense Ninfas, Nereidas, Oréadas
y Náyades / porque se perpetúan sus presencias / en tantas Lúas, Andreas, Sofías,
Ángelas, Luz Eniths, también Natalias, Adrianas, Carolinas / Esnedas, Catherines,
Lizeths y Nancys / y tantas otras que en mi frágil memoria se desvanecieron//. Embébanse
Sofonistas / pues un ejército de Efebos florece en las artes de la milicia
médica / en ése pabellón oncológico de Centanario y del San Juan de Dios / enfilados
en la Efebín se encuentran tantos Orlandos, Jhon Jairos, Santiagos y José Luis
/ Mauricios, Carlos, Andrés, Walters, Oscars, Libardos, Juanes y Camilos//. Me
regocijo contigo Hipócrates / Ardo en dicha por tu legado / tatuado en
estos que me dieron vida / y en aquellos que me hicieron nacer de nuevo//. Regocíjate,
Hipócrates de Cos / por tus hijos de Tesalia / y los de estos tiempos / en la
tierra de la nuez del café//.
Con inmensa gratitud y admiración por estos profesionales de Oncólogos del Occidente # 1 |
He llegado a este puerto de Corinto, del Peloponeso o a este puerto de partida y de llegada que es la vida, gracias a un verdadero círculo de amor que se ha cerrado en torno a mí en esta etapa. Familia y amigos, los de antaño y los recientes, los ya encontrados y los vueltos a encontrar, que me han demostrado que el amor es real y no vuelo o abstracción; que la compañía se da y que la mano se tiende, se extiende, especialmente en los momentos menos fáciles de esta ruta por mares inhóspitos que constituye la vida humana.
He partido y he llegado también gracias a Flavio, que es un ángel, una luz, faro que ilumina las tinieblas y alborozado
tambor que anima las alegrías. Con su mano cálida, su bondad de infante y sus
múltiples ires y venires, deshizo pasos en pos de mí, recorriendo oficinas
y solicitando órdenes médicas con sus pies grandes y sus piernas de luchador
troyano. Él es amigo fiel, compañero firme
y ser bondadoso.
Con inmensa gratitud y admiración por estos profesionales de Oncólogos del Occidente # 2 |
Hoy no sé si soy mejor o peor persona, de calificar eso se
encargarán otros, sólo sé que soy un poco más fuerte, un poco más yo en
esencia, más poeta, mejor amante de las letras y de la simplicidad. Mejor “disfrutador”
de cada bocado de chocolate, de cada trago de café, de cada trozo de aguacate;
y de cada momento que esta hermosa vida me da. No puedo más sino seguir
agradeciendo, seguir abriéndome a la vida en una profunda actitud de gratitud y
de abandono. A todos ¡Gracias,
gracias, gracias!
Y con lagrimas en los ojos leyendo este derroche de gratitud recibida... lo digo una vez mas: mas que una profesión es una vocación. Quedo en espera en que momento aparece la enfermera malvada en el cuento - Risas permitidas. Natiss Pino
ResponderEliminarNatiss Pino, para tí y para el grupo de tus compañeros, mil y mil gracias. Un abrazo. Próximamente: "La enfermera malvada", basada en hechos de la vida real. Otro abrazo.
EliminarFernando eres un valiente, luchador. Gracias a todas tus fuerzas consigues todo lo que necesitas. Un abrazo querido Primo. Cristina Estupiñan.
ResponderEliminarGracias prima querida por tus palabras y por recordarme que se puede seguir adelante, no obstante las adversidades.
EliminarGracias a ti por abrir tu corazón a las personas que en algún momento de la vida haz conocido en diferentes ámbitos. Gracias a ti por compartir tus pensamientos a través de tus post, he leído algunos de ellos y acabo de leer el que enviaste hace un momento. No se como expresar la sensación que tengo, pero si se que te admiro Luis Fernando, eres un ser humano con gran calidez, eso se refleja en tus letras, hay mucha profundidad en ellas y estas mostrando ese lado trascendente de la vida que lo deja a uno reflexionando un rato, gracias por generar tantas emociones y sentimientos, que me recuerdan que todos estamos aquí de paso y que en medio de dificultad siempre habrán suficientes motivos para sonreír y agradecer, sobre todo a ese Dios de la vida, a ese Jesús de amor y a ese Espíritu Santo que llena el corazón. Un abrazo muy grande para ti �������������������� mucha fuerza en Dios, que el todo lo puede y que no hay imposibles para El ����✨����♀. Andrea Cardona.
ResponderEliminarGracias a ti Andrea por dejarte permear por estas y otras líneas y por tus palabras que me animan.
EliminarMuy hermoso. Eres un valiente . Y ojalá Dios y la vida te den muchos años para disfrutar en compañía de las personas q te quieren. Un abracito gigante. Ángela Ceballos.
ResponderEliminarMi querida Ángela, para tí toda mi admiración y gratitud. Un abrazo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl tren de la vida, con sus inciertas estaciones.
ResponderEliminar!El honor es nuestro!
Así es, vamos de estación en estación, por fortuna, para poder deleitarnos o sencillamente para hacer de este viaje algo más llevadero. Un abrazo apreciado lector-a.
EliminarHay q belleza. He leido esas palabras q se q salenn de tu alma. Dagober Pineda.
ResponderEliminarRecordado Dagober, ninguna otra fuente más natural que el dolor y la alegría. Un gran abrazo.
EliminarGracias a usted por todo lo que me enseñó. Carolina Guerrero.
ResponderEliminarMi querida Caro, para tí y todos tus compañeros toda mi admiración y gratitud. Un abrazo grande.
EliminarAmigo Mío te quiero mucho tengo muchos s recuerdos lindos contigo mil bendiciones que hermoso escribes me lo leí todo. Luz Amparo Mahecha.
ResponderEliminarUn abrazo grande para ti Luz Amparo y para tu familia.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCon la ayuda de Dios y nuestras oraciones todo salbra bien primito te queremos mucho. Martha Estupiñan.
ResponderEliminarMi querida prima, así será, un abrazo.
EliminarQuisiera tenerte cerca para darte un fuerte abrazo. Te admiro por la profundidad de tus palabras y por la reverencia qué haces a la vida. Dios contigo. Alba Luceny Tejada.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Alba Luceni. Te abrazo en la distancia. Otro por la hermanita Dolly.
EliminarEres un luchador ,creador y con toda la pasión por la vida , te admiro y que honor ser tu amigo ��☀��
ResponderEliminarPdt: aunque soy un poco ingrato ��pero te llevo siempre con los mejores deseos para que estés en total bienestar , un fuerte brazo. Juan Carlos Arroyave.
Amigo, sé que la vida continua y que cada uno tiene un proyecto que sacar adelante. No te veo como ingrato. Un abrazo.
EliminarMe conmoviste hasta las lágrimas. Pocos saben del coraje que se necesita para desnudar la vulnerabilidad que nos cobija en experiencias como la del cáncer. Te agradezco mucho por compartir... para quienes no han pasado por allí y a veces necesitan de nuestras experiencias para recordar el valor de la vida... y para quienes recorrimos caminos parecidos... para recordarnos que no estamos solos, que el aprendizaje esencial es el mismo (estar más VIVOS) y que el amor y la aceptación son el camino para todo mientras estemos por aquí. Te mando un abrazo lleno de energía vital. Ojalá podamos vernos y compartir experiencias y aprendizajes.������ Cata Arango.
ResponderEliminarGracias Cata por tus palabras y el cariño de que vienen cargadas. Te abrazo con profunda admiración y respeto.
EliminarLuis el camino no fue fácil pero su arraigo a la vida, familia y amigos hicieron de este más llevadero te de corazón mis felicitaciones, "EN DIOS TODO SE PUEDE". Jhon Ospina.
ResponderEliminarGracias Jhon por hacerme las cosas más fáciles y por tu profesionalismo que inspira confianza y tranquilidad. Un abrazo.
EliminarQue ser tan maravilloso eres en tu post plasmas toda la vitalidad que Dios te da. Que teso eres para seguir adelante superando todos esos.obstaculos que la.vida te depara. Felicitaciones un abrazote para un hombre fuerte. Dios te bendiga. Gracias por compartir lo vivido. Gustavo Alzate.
ResponderEliminarGracias Gustavo por tus palabras que me animan a seguir luchando, al no saberme sólo. Un abrazo.
EliminarUno lee este escrito y no siente sino deseos de llenarse de genuflexiones ante este ser humano tan valiente, tan luchador, tan optimista y lo más importante tan lleno de fe y confiado de verdad, en el ser dador de vida.
ResponderEliminarConocedor que Dios da las peores batallas a sus mejores guerreros. Y qué guerrero, es un ejemplo a seguir, un caso por mostrar a todos aquellos seres que ante el menor tropiezo se dan por vencidos.
Ferchito, qué orgullosa me siento de ser tu prima y poderle contar a todo el mundo"ese luchador es primo mio"
Vencimos, vencimos, vencimos. Gracias Dios por estas pruebas, que nos fortalecen cada día más
Mi querida prima, gracias a ti por ser compañía y aliento en esta parte de mi viaje. Un abrazo.
EliminarUn relato conmovedor y sincero. Lelis Medici.
ResponderEliminarMi querida Lelis, un abrazo grande para tí y los tuyos.
EliminarQue bueno es saber que eres más que un valiente guerrero de la vida, un gran filosofo que tiene la oportunidad de rescribir en paginas en blanco, en libros por hacer, por titular, eres una gran inspiración, personalmente me es grato decirte amigo que bien se te ve eres como el ave fenix, al igual que incansable y luchador, cual Espartano de la antigua casa griega, un Ateniense de los que llevaban los mensajes desde de maraton, vos sos un grande, que Dios te bendiga y te de muchas mas victorias vienvenido a está nueva vida hermano y amigo...
ResponderEliminarAmigo, hermano, tus palabras me animan y me inspiran. Un gran abrazo.
EliminarCierto... seguirás siendo Don Luis.. nuevas lecturas, anécdotas por escribir y compartir.
ResponderEliminarMuy buen descanso. Don Luis.. Os mejore. Jhoan Quintero.
Mil gracias Johan, el hombre de pocas pero contundentes palabras. Un abrazo.
EliminarLuis me conmovió profundamente tu experiencia con la enfermedad y tu digna y valiente lucha por enfrentarla. Te recuerdo con mucho cariño, y queriendo Dios todopoderoso tú lucha y perseverancia van a permitir que salgas victorioso de es prueba. Un abrazo muy grande!!!!! Margarita Ma. Gallón
ResponderEliminarSin lugar a dudas eres el verdadero heroe de esta historia , toda mi admiracion y aprecio para ti.
ResponderEliminarCarolina guerrero
Toda mi gratitud para tí. Un abrazo.
Eliminarque buen post Fernando..siempre tuve la certeza q d esta salíamos pq d la mano d Diosito todo es posible y tu nunca t soltaste d ella. siempre tuviste la actitud q we dwbw twnwr ante esta enfermwdas y hawta wl los momentos más duros estuviste alegre y optimista. asi es🤗🤗😘😘😘
ResponderEliminarMi querida Caro, ¡tú sí que sabes de luchas y de caminos difíciles y de salir adelante! Un abrazo.
Eliminarq hermoso y conmovedor testimonio.siempre tuve la certeza q d esta salíamos victoriosos y es q cuando uno esta tomado d la.mamo d Dios no puede ser distinto y tu nunca t soltaste d ella. Siempre inclusive en los mas duros momentos tuviste la mejor actitud y esa es.......LA ACTITUD
ResponderEliminarOtro abrazo Caro.
EliminarLeer este Post fue como vivir día a día, segundo a segundo lo experimentado por ti durante este año, con la única diferencia de no ser tú y no estar en tu situación de incertidumbre frente a los pasos de tu evolución en el tiempo y frente a la vida misma. Lo que si me queda claro es que lo bien vivido de la vida es quizás el mejor y el mayor antídoto frente a la desesperanza que surge de situaciones que sólo tu viviste y nos compartes tan magestuosa y heroicamente. Aparte de ser mi amigo, hoy surge para mí el héroe encarnado que enfrentó la vida y la muerte como la más maravillosa experiencia de gratitud por los vínculos creados en este corto viaje llamado vida. Gracias por tu mirada de gratitud con todos los que se cruzaron en tu camino durante este "corto" periodo de tu vida. Te quiero y no dejo de aprender de ti....
ResponderEliminarLuis Eduardo Madrigal
Amigo del alma, gracias por estar ahí, por ser compañía en este camino de la vida. Un abrazo grande.
EliminarUna gratitud inmensa para todos aquellos que plenos de humanidad cuidaron de ti durante el presente año. Luis Eduardo Madrigal
ResponderEliminarAsí es, a todos ellos no tengo más sino agradecerles de corazón.
EliminarGracias por estas palabras de vida. De la mano de Dios todo es posible. Lo quiero mucho
ResponderEliminar!!Sigue adelante!!..Los momentos mas dificiles a menudo nos llevan a los mejores momentos de nuestras vidas...es la lección que nos has regalado, con tu entereza, a los que hemos estado cerca...ánimo y fortaleza..
ResponderEliminarLuis, thank you so much for sharing your beautiful words. You exemplify so much strength in your experiences and you are fighting with both grit and grace. I deeply admire your spirit and will be praying for you and your journey. I’m so sorry you are going through this. My heart is with you. With love, Niki
ResponderEliminarMi primo querido sigue adelante, eres muy valiente y sobre todo con esa actitud tan positiva que tienes estas logrando tu recuperación y tambien las oraciones de todos los que te queremos, adelante y mucha fuerza, un abrazo. Gloria Elsy Hurtado.
ResponderEliminarSé que eres una persona valiente y que de esta te superas, suerte por que eres un gran guerrero y amigo siempre te recuerdo. Beatriz Cossio.
ResponderEliminarLamento por lo que has pasado Luis. Un fuerte abrazo desde Uruguay. Me gustó y me hizo estremecer tu relato, quizás por la mezcla de poesía, sentimiento y realidad que lograste plasmar. Gracias por compartir tu experiencia!! Un afectuoso abrazo!!! Ximena Tisnes.
ResponderEliminarOtro abrazo para tí, Ximena, esa es la vida, una mezcla de poesía y cruda realidad, de luz y penumbra que se deben conjugar. Sólo quisiera que quienes pasan por esto relativizaran el dolor y vieran la vida en su conjunto y no únicamente como una etapa. Gratos recuerdos de tu bella tierra y de nuestro viaje por el norte del continente. Saludos.
EliminarEspero que todo siga muy bien primo. Sara Cristina Hurtado.
ResponderEliminarWow ! Es un texto hermoso y conmovedor. Al leerlo recordé lo maravilloso que eres con las palabras. Un saludo y un abrazo muy especial. Manuela Ospina.
ResponderEliminarEres un valiente, hermosas y profundas letras, se requiere de mucha sensibilidad para expresar sentires de esa manera, un abrazo fraterno. María Luisa Mahecha.
ResponderEliminarGracias por compartir este camino lleno de muchos encuentros en el alma, especialmente. Te mando un fuerte abrazo! Alma Bartolo.
ResponderEliminarValiente!!! Te mando un abrazo enorme y ojalá un día podamos volver a bailar juntos. María Angélica Sánchez.
ResponderEliminarmi flaco precioso.estoy completamente conmovida con este post. tu el poeta de siempre, tu tan brillante, tu tan capaz de enamorar el corazón de cualquier ser humano con tu forma única de ser. sólo puedo decirte en estos momentos más de lo que ya tienes en abundancia. fuerza ánimo y valentía como siempre. lo lograrás seguro que así será. tantos años de no compartir contigo pero te quiero como el primer día de haber compartido en mi infancia con un orientador dulce y maravilloso como tu. siempre sere tu seguidora y correría a darte un fuerte abrazo mi flaco precioso. esa foto de tus crespos tu encanto tu magia en esa época. mi flaco lindo TE QUIERO. Dios te bendiga todos los días de tu vida con abundante vida y salud. espero tener el privilegio de verte coincidir en la vida contigo y pronto ������. ánimo y para delante hombre Valiente. mi familia y yo te queremos y mucho lo sabes. Marloby Obregón.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tu experiencia con todos nosotros, es muy conmovedor leer la experiencia desde la perspectiva del paciente sobtetodo para los que estamos en el medio de la Oncologia, mis mejores deseos para tu pronta recuperación. Cindy Martínez.
ResponderEliminarQue orgullo me da saber que pude compartir con una persona tan valiente, gracias Luisfer por conmover con tus relatos y aún más por demostrarnos que siempre la actitud marcará la diferencia. Ally Acosta.
ResponderEliminarDando gracias a Dios que vas en vias de recuperación. Mil bendiciones !!! Queta Caravallo.
ResponderEliminarMe encantó, emocionó y enseñó, gracias amigo y gracias a Dios por tanto que nos da. Óscar Vélez.
ResponderEliminarEres un ser muy especial y por donde pasas dejas un amigo que perdura para siempre, tu humildad, tu espiritu de ser cada dia mejor , el deseo enorme de siempre ir mas alla y tu grandiosa amistad te hacen ser un Gran Ser Humano ... la vida nos da batallas que con fe y el amor de todos los que te rodean hacen del dia a dia una peldaño mas a la victoria ... desde esta islita del caribe te envio muchas energias positivas y una lluvia de bendiciones caiga sobre ti ... los años pasan pero las verdaderas amistades perduran... sigue adelante aqui te esperamos para que junto a mi famila volvamos a ir a Maracas y hablar de tus escritos y aventuras ... un abrazo gigante. Alemir Rodríguez.
ResponderEliminargracias a ti por compartir tu historia desde el alma y desde lo que sólo personas especiales como tu pueden trasmitir. El Paso por esta vida va más allá de los placeres banales y el tiquete se paga con la felicidad de sembrar en ti y en otros buenas experiencias, el orgullo de siempre tratar de hacer lo mejor para ti y para quienes te rodean y la gratitud hacia Dios que todo lo puede!
ResponderEliminarTe recuerdo con muchísimo cariño, espero podamos vernos pronto y reírnos de las subidas y bajadas que nos ha traído la vida en estos años. Un abrazo de inmenso cariño! María Mónica Lozano.
Amigo querido. Gracias por compartir parte de tu vida y el don inmenso que Dios te regaló de la sensibilidad. Esta forma linda de contarnos esta experiencia deja ver el gran ser humano que eres.Gracias a Dios tienes ángeles a tu lado. Gracias por estar siempre ahí. Que aun cuando no nos vemos siempre sentimos tu presencia. Gracias por tu amistad que siempre ha sido un referente para mi. Recibe un abrazo inmenso. Sé que pronto te veremos triunfante, como el gran luchador que eres. Te quiero mucho. María Teresa Correa.
ResponderEliminarNo me sale escribir otras palabras sino DIOS te bendiga. Un gran abrazo!!! Ligda Rosario.
ResponderEliminarEres un valiente mi amigo..��mil bendiciones �� Me alegra saber que sigues recuperándote. Carmencita García.
ResponderEliminarLucho, un abrazo muy especial y muchas bendiciones, para adelante con la mejor actitud. Pedro Mahecha.
ResponderEliminarHola Luis Fernando realmente es de admirar y felicitarte por ese testimonio tan significativo.
ResponderEliminarEstamos en una sociedad llena de pavor ante este tipo realidad como lo es enfrentarse a un proceso de quimio. Este mensaje es un testimonio de valentia que deja ver que asumir nuestras situaciones con Dios siempre sera distinto porque seremos capaces ver la vida con esperanza y paz en medio del dolor.
Animo sabes que sigues contando con nuestra oracion. La Virgen te acompañe. Hta. Yorleida Carabali.
Luis Fernando la forma de escribir siempre me llaga al corazón y me hace llorar. Usted sabe que lo llevó en mi corazón bendiciones. Martha Lucía Mahecha.
ResponderEliminarGracias por permitirme saberte. Te admiro! Nelssy Bonilla.
ResponderEliminarGracias a ti por compartir tu experiencia, gracias por recordarme que cuando respiro me conecto con mi interior y de allí saco - sacaste las fuerzas para decirle Sí a la vida y recordarte cada instante que eres salud.
ResponderEliminarGracias a Flavio y todos los seres queridos que se unieron a tu sí a la vida. Diana Chavez.
Luis Fernando lo leí todo no tengo palabras con ganas de verlo pronto lo haré se lo prometo mis oraciones que Dios y la Virgen Santísima lo sigan fortaleciendo un abrazo grande también para Flavio amigo bueno y fiel como tú lo llamas. Hta. Arnulfa Calderón.
ResponderEliminar😢
ResponderEliminarProfe Lamento lo que haz pasado, eres un luchador, y siempre sonrriendole a la vida con actitud positiva, eso es lo que siempre nos haz transmitido. Un abrazo gigante. Ivonne Chávez
ResponderEliminarProfeeee, te recuerdo siempre con ese positivismo que hace salir adelante de las más duras pruebas, siempre ejemplo de perseverancia y aprender de todos los momentos, dulces o amargos; de la vida. Un abrazo gigante. Johanna Granados.
ResponderEliminarY as así como la vocación de maestro se lleva en el alma... me sigues enseñando a través de la palabra, a pesar de la distancia y las funestas circunstancias. Gracias por ser mi inspiración para ser una mejor maestra cada dia y algún día poder llegar a muchos corazones como lo haces tu. Pao Triana.
ResponderEliminarMucha fuerza, que es obvio que te sobra Luis Fernando, y ánimo. Yissu Will.
ResponderEliminarBuenos días don Luis. Un cálido abrazo esperamos que se encuentre muy bien y mejorando , este mensaje es con la intención de desearle lo mejor y agradecer por ser una persona tan buena y generosa, mis padres Alfonso y Gabriela le mandan un saludo lleno de amor y gratitud .. De mi parte gracias por jalar jalarme las orejas y encaminar mi carrera profesional este es el último año y siempre lo recuerdo. . Dios te bendiga. Isabella Giraldo.
ResponderEliminarLuis Fer, leí tu escrito hoy. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarFue inevitable retroceder en el tiempo y recordar las tertulias que nos dabas antes de nuestras increíbles presentaciones de danza contemporánea en el cole, o la nobleza y certeza con la que te acercabas a "hacerme una observacion" - regañarme �� - cuando tuve la oportunidad de tenerte como mi director de grupo.
Aún hoy me jacto diciendo que he tenido pocos maestros en mi vida, y sin duda sigues encabezando tú ese grupo. Aún hoy sigo aprendiendo de ti, de tu nobleza, sinceridad y valentía. Te abrazo muy muy fuerte con el corazón y espero poderte dar un abrazo aún más fuerte en vivo y en directo!
No sabes cómo te recordamos y cuanto te queremos.
Ojalá pudiera verte pronto. Sé que es difícil seguramente mientras estás en el tratamiento, pero si crees que puede haber una posibilidad de podernos tomar un buen café en mi casa o en el sitio que prefieras, o si puedo ir a verte a algún sitio por fa hazmelo saber!
Te quiero y recuerdo muchísimo!!!
Sé y declaro que saldrás avante de todo este proceso!! Lina Castro.
Mi siempre recordada Lina, gracias por tus palabras y por traer al presente los bellos recuerdos que guardamos en nuestro corazón, como lo son aquellos del tiempo hermoso en el Colegio del Buen Consejo. Gracias por tu sensibilidad y por tu atención al leer este relato de lo que ha sido este año en mi vida. Seguro que sí, cuando vaya a Bogotá te lo haré saber para que nos tomemos un café. un abrazo fraterno.
EliminarFer, hace rato no leía tus textos. Y me encuentro con éste, tan cargado de emociones que solo pueden ser plasmadas por alguien que ha atravesado uno de los momentos más determinantes en el camino del héroe; y solo puedo admirarte por la tenacidad y agradecerte por compartir tus memorias en esa lucha. Larga vida y espero compartamos pronto.
ResponderEliminarChecho del alma, gracias por tus palabras que alientan, gracias por tu compañía. Otro abrazo grande para ti.
EliminarHola amigo!!! Desde esta parte del mundo te saludo!!! Felicidad cuando se vencen la sombras !!! Valiente ! Valiente! Te mando abrazos y besos en señal de admiración! Te quiero de verdad! Regulo Andrade.
ResponderEliminarMil gracias Régulo por tus palabras de aliento. Otro abrazo para tí.
EliminarQuerido Luis muy conmovida por tu relato de vida! Una mezcla de tristeza y admiración por tanta fortaleza. Todo nuestro cariño y un abrazo de esos donde sobran las palabras. Fernanda Aquere.
ResponderEliminarMuy estimado Luis Fernando Sánchez siempre en el devenir de la existencia tu vida la he leído como es: poesía. En lo cotidiano de la vida tu palabra y tu obra han sido un evocar versos que en el tiempo sin horas toman melodía de sentido. Gracias por permitir leer un capítulo muy rico de tus vivencias que plasmas con tanta supremacia de versos y prosas notorias de tu sabiduría. Sigue, quienes sentimos estima por ti gozamos de tu ser y tu hacer. José Delgado.
ResponderEliminarMi muy querido José D. Parece que el dolor es fuente inagotable de creación, de poesía. También de él beben las musas de la inspiración. Un abrazo hermano.
EliminarLuis Fernando
ResponderEliminarPacientes como Ud, nos motivan a nosotros los médicos a continuar esforzándonos para hacer mejor las cosas.
Mi gratitud y admiración para Ud.
Saludos a Flavio y mis mejores deseos.
Continúe escribiendo que lo hace muy bien. Dr. Óscar Ramírez
Mi inmensa gratitud y profunda admiración son para Ud. Doctor Ramírez.
EliminarQuerido Luis Fernando : Gracias por compartir "tu vida calva"... A pesar del dolor, disfruté mucho tus repetidos ... "me aterraba y me aferraba", porque son las exclamaciones de tu victoria... son los gritos silenciosos de la salvación. Sigue cuidándote mucho. Un abrazo inmenso.
ResponderEliminarPd: para que te rías : entraste al mundo de las refrencias: detrás del calvito , adelante del calvito, ¿Ves ese calvito que está allá? Yolanda Corredor Triana.
Jajjajaja, y sí que me hiciste reir. Un abrazo.
EliminarGracias por compartir esta experiencia, eres un valiente, un campeón de la vida.
ResponderEliminarQue deleite es leer tus líneas. Bendiciones.
Gracias a tí, Aracelly por tus palabras y por tu compañía en mi vida. Un abrazo.
Eliminar"Don luis" inundaste mis ojos de lágrimas, de emoción y de gratitud, que placer encontrar personas como tú que logran resignificar un difícil momento, toda mi admiración y respeto, Gracias por dejarnos conocer un gran y hermoso corazón , tus palabras son solo el resultado de tu fuerza y tu bondad, que Dios te guarde y te bendiga un grande abrazo, Andrea Ruiz!
ResponderEliminarAndrea, gracias a ti, un abrazo grande, cálido y fraterno.
EliminarLuis fernando.
ResponderEliminarSi el reconocimiento es importante y significativo para uno, en su texto se convierte en la razón de su escritura. Gracias a Díos a-quién se aferró con tanta fe.
Gracias a-la vida por tener la fuerza y la osadía para conservarla. Gracias a-la muerte por alejarse a tiempo. Gracias a los amigos y familiares. Gracias a todos los profesionales que lo atendieron. Gracias a los empleados. Gracias a-todos.
Me emocionó muchísimo leerlo, porque en medio de todo pudo inspirarse, pudo recordar citas y textos para complementarlo en forma grandiosa y sobre todo taaanto sentimiento que transmite.
Tiene usted una-fuerza espiritual extraordinaria y su dinamismo hace el resto.
Un abrazo con mucho aprecio. Luz Stella Muñoz.
Luz Stella, gracias a la vida que ha brillado en torno a mi y que me ha permitido otro chance, uno más, en medio de un panorama nada alentador. Gracias también por sus palabras llenas de generosidad y solidaridad. Un abrazo grande.
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