BUEN HUMOR, INDISPENSABLE EN LAS ARTES AMATORIAS
De cómo "Afrodita" aportó sazón y picante a mi vida
El nacimiento de Venus (Afrodita en la mitología Griega). Sandro Botticelli, museo Fiorentino. |
Esta vez creo que me he metido en
camisa de once varas. Y es que discurrir acerca del buen humor no es tarea
fácil, mucho menos acerca de las artes amatorias. Empecemos diciendo que mi
experiencia en el tema; más allá de las risotadas que acostumbro, no está al
nivel del Marqués de Sade (Dios no lo quiera), de don Juan Tenorio o de
Casanova, de quien se dice comía cincuenta ostras al desayuno y después de la
cena, para estar a la altura del amor; eso sí, de una cosa estoy seguro, tal
como lo afirmó Plutarco, “Hay
amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer”
y, locura que se respete, trae
consigo risa, buen humor, carcajada
explosiva; casi todo loco nos hace reír; otros, temer. O mejor dicho, al estilo
de don José Ortega y Gasset “Hablemos del amor, pero comencemos por no hablar
de “amores””. En el caso de la locura, los remito a leer “Elogio de la locura” de Erasmo
de Roterdam para entender que de la necedad y la locura nadie escapa. Pero
también, como se afirma popularmente, “el amor entra por el estómago”, ya lo
decía Neruda en su verso perfecto “Amo
el amor que se reparte en besos, lecho y pan”.
Diana y Cupido. Pompeo Batoni di Lucca. Metropolitan Museum of Art. |
Ninon de L’Enclos (1620-1705), la célebre escritora, cortesana y mecenas de las artes, que
viviera en la Francia de Voltaire y de quien el duque de Saint-Simón afirmara que su vida
fuera, “un claro ejemplo del triunfo del vicio, cuando se dirige con
inteligencia y se redime con un poco de virtud”; solía afirmar que “el
amor es una pieza de teatro en la que los actos son muy cortos y los
entreactos, muy largos. ¿Cómo llenar los intermedios sino mediante el ingenio?”;
intermedios que a mi modo de ver deben estar cargados de apuntes que
distensionen a los amantes y los sumerjan en una risa abundante; que de paso
sea dicho, es bueno para hacer fluir mejor la sangre, esencial para el amor.
Entonces, amantes que no rían, que no disfruten de carcajadas compartidas,
posiblemente estarán destinados a morir en el intento, en el intento del amor.
También he afirmado en mi post “Chocolate,
inocencia, pasión y deleite”, que he tomado de mi amigo Flavio
Carnevali una pasión prestada por Isabel Allende. Así que he leído con
paciencia y, sobre todo con atención su obra “Afrodita” que hace un recorrido
por las mejores recetas y afrodisíacos. La boca hecha agua por las delicias
culinarias que comparte, -ésa es su sugerencia para los intermedios-; con la
sonrisa constante en los labios a causa de sus finos y deliciosos apuntes; y
con gran pasión no sólo por la comida en sí, sino por las píldoras para
enriquecer el encuentro amatorio. Es a partir de la lectura de su Afrodita que
ha nacido este post y es a ella a quien quiero dedicarlo –me imagino que no
alcanzará a leerlo…jajajja-; así que me internaré en los apuntes más destacados
de su obra, que he ido escribiendo mientras leía, que me han divertido muchísimo
y que quiero compartir con quienes osen leerlos sin escandalizarse. Advierto
entonces que para acercarse a este post hay que hacerlo con espíritu abierto,
con la normalidad de todo lo que es humano y, sobre todo, con muy buen humor.
Empecemos pues! Nomás recorrer las
primeras líneas, doña Isabel suelta su primer apunte, causa de risotadas, -por
lo menos de las mías y ojalá de las suyas-, “Me arrepiento de las dietas, de
los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones
de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por
virtud puritana” (p. 15), y no puedo dejar de pensar en algunos de mis conocidos,
que en pleno curso de sílfide oscilan entre ello y una esfinge de Botero. Bien
por ellos, que disfrutan la vida; de lo otro no me atrevo a dar razón.
Apenas superados los anteriores
renglones, la escritora deja emerger otro genial comentario, esta vez haciendo
referencia a los mil y un manuales que sobre las artes amatorias y recetas de
cocina pululan, sobre todo en el mercado norteamericano; ella escribe: “Cada
año se publican miles y francamente no sé quién los compra, porque aún no
conozco quien cocine o haga el amor con un manual. La gente que se gana la vida
con esfuerzo y reza a escondidas, como usted y como yo, improvisamos con las
cacerolas y entre las sábanas lo mejor posible…, sin pensarlo mucho y sin
grandes aspavientos, agradecidos de los dientes que nos quedan y de la suerte
inmensa de tener a alguien a quien abrazar” (p. 16). Y entonces no
puedo parar de reír y de pensar en los dientes que aún tengo y en los males que
empiezan a aquejarme…no puedo contenerme.
"Berenjena. Se considera excitante, sobre todo preparada con otros ingredientes eróticos, tales como ajo, cebolla, pimiento y numerosas especias" Afrodita, Isabel Allende. |
Más adelante, haciendo alusión a los
trucos y menjurjes que desde los orígenes de la humanidad el ser humano ha
usado para estimular el deseo amoroso, dispara otro de sus dardos, “en
nuestro días son escasas las personas con tiempo para amasar o que disponen de
una cabeza de ahorcado... Si alguien debe pasar el día confeccionando un guiso
de lenguas de canario, no veo cómo podrá dedicarse a juegos eróticos… (Eso)
mataría mi libido para siempre” (p. 17). Al mismo respecto escribe y yo
no hago más que reír, “Aletas de tiburón, testículos de babún y
otros ingredientes no figuran aquí, porque no fue posible encontrarlos en los
supermercados aledaños. Si usted necesita recurrir a tales extremos para elevar
su libido o las ganas de amar, sugerimos consulte a un psiquiatra o cambie de
pareja” (p. 17). Mi desparpajo aumenta cuando recuerdo a mi señor padre
quien embelesado en las caderas femeninas, aducía estar poseído por algún
espíritu maligno que lo inducía a tal y pretendía extirparlo a punta de
inciensos, brebajes y rezos ante un gurú estafador que no hacía más que engañar
su espíritu ya engañado. Me imagino que aquellos brebajes no hacían más que
acentuar su mal, pues nunca dejó de tener amantes.
¿Qué opinan del siguiente apunte
cargado de ironía al límite de la sátira? Yo tuve que tener mi estómago a punto
de estallar: “La glotonería es un camino recto hacia la lujuria y si se avanza un
poco más, a la perdición del alma. Por eso luteranos, calvinistas y otros
aspirantes a la perfección cristiana, comen mal. Los católicos, en cambio, que
nacen resignados al pecado original y las debilidades humanas, y a quienes el
sacramento de la confesión deja purificados y listos para volver a pecar, son
mucho más flexibles respecto de la buena mesa” (p.18). Me perdonarán mis
amigos religiosos y católicos, pero no es con mala intención, aunque de buenas
intenciones esté empedrado el infierno!
Y hablando de la cultura
judeo-cristiana y de los métodos bien morbosos que se dictaban para que las
parejas conservaran su virtud, la pluma ligera de doña Isabel, escribe: “Se
llegó al extremo de que las parejas virtuosas hacían el amor a través de un
hueco en forma de cruz bordado en la camisa de dormir. ¡Sólo el Vaticano podía
imaginar algo tan pornográfico!” (p. 18). Y pronto se me ocurre la
historia de mi tía Aurora, que con apenas 19 hijos, respondía con una sonrisa
de oreja a oreja, cada vez que sus sobrinos imprudentes le preguntan – ¿es que
en su casa no había televisión, tía?- y ella contestaba, -es que aprovechábamos
las propagandas- y todo el salón se llenaba de risas y jolgorio.
Y como si fuera poco la autora sigue
haciéndome reír. “En el Tíbet la copulación se practicaba como ejercicio espiritual y en
el tantrismo es una forma de meditación. El hombre, sentado en la posición de
loto, recibe a la mujer acaballada sobre sus piernas, ambos cuentan sus
respiraciones con la mente en blanco y elevan las almas hacia lo divino,
mientras los cuerpos se conectan entre sí con tranquilidad. Así da gusto
meditar”.
Safo y Cupido. Angelica Kauffmann, 1775. |
Cuenta Isabel Allende que este libro
es una creación colectiva en la que intervino también su madre, doña Panchita; Robert Shekter un científico e ilustrador amigo suyo y Carmen, su agente, y quienes,
una vez acordado el plan del libro e ingeridos los primeros guisos de Panchita, mostraron un cambió en el ánimo: “A Robert le disminuyeron los dolores en los
huesos…Panchita dejó de rezar el rosario…Carmen subió varios kilos y yo me
tatué un camarón en el ombligo” (p. 20). Cómo desearía haber
participado de aquella orgía literaria, investigativa y culinaria! Y es que
para ello hace falta una dosis elevada de locura “en asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia. De
amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es
como no haber amado nunca”, dijo el novel de literatura español,
don Jacinto Benavente (1922). Ése grupito de locos ha contribuido enormemente a
mi entretenimiento y me ha salvado de una que otra malquerencia.
Y siguiendo en tónica de risas y buen humor, a continuación anuncia la célebre escritora algunos de los que ella encuentra como antiafrodisíacos, “Los baños de agua helada también son contraproducentes: si se usan para aturdir a los locos, imagínense cómo congelan la vehemencia del deseo… sigue con el vinagre, cuyas virtudes medicinales incluyen despertar de los desmayos,…causar vómitos, destemplar los dientes y producir impotencia temporal,… enfría la sangre. El pepino, que por su forma se considera erótico en muchas regiones, en otras se utilizaba en los monasterios para apaciguar el ardor viril de los monjes. No sé si lo comían, lo aplicaban en compresas o de otras formas que me excuso de detallar”. Ante la duda, abstente, decía mi abuelo” (p. 33). ¡Ay las ocurrencias humanas!…no puedo de la risa… jajaja.
Ninfas jugando con Sátiro. Adolphe William Bouguerau 1825-1905 |
Y siguiendo en tónica de risas y buen humor, a continuación anuncia la célebre escritora algunos de los que ella encuentra como antiafrodisíacos, “Los baños de agua helada también son contraproducentes: si se usan para aturdir a los locos, imagínense cómo congelan la vehemencia del deseo… sigue con el vinagre, cuyas virtudes medicinales incluyen despertar de los desmayos,…causar vómitos, destemplar los dientes y producir impotencia temporal,… enfría la sangre. El pepino, que por su forma se considera erótico en muchas regiones, en otras se utilizaba en los monasterios para apaciguar el ardor viril de los monjes. No sé si lo comían, lo aplicaban en compresas o de otras formas que me excuso de detallar”. Ante la duda, abstente, decía mi abuelo” (p. 33). ¡Ay las ocurrencias humanas!…no puedo de la risa… jajaja.
En su capítulo titulado “En la variedad está el sabor”, en
Colombia decimos que “en la variedad está el placer”; ella alude a la poligamia
y a la infidelidad como dos experiencias agotadoras y trae a colación la historia bien contada del rey Salomón del que dice el primer libro de los
Reyes 11:3, “Y tuvo seiscientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus
mujeres desviaron su corazón”, y a continuación su genial acotación: “cómo
se las arreglaba el anciano Salomón con esa muchedumbre de mujeres? Por muchos
afrodisíacos y ayuda divina a su alcance, novecientos es un número epopéyico.
Una vez que tuve seis mujeres a tomar el té en mi casa, quedé con dolor de
cabeza por una semana. ¿Qué haría yo, no digamos con novecientos, sino dos
hombre? (p. 34). No pude contener mi risa y mi lectura tuvo que ser
suspendida mientras me recuperaba.
El Rey Salomón llevado por sus esposas a la idolatría. Giovanni Venanzi di Pesaro. |
Para todos es sabido que además del
amor auténtico, la sonrisa y el olor son los afrodisíacos por antonomasia. A
propósito del tercero, cuenta ella la siguiente anécdota: “Por fin el sueño universal de
una poción erótica que nos torne irresistibles está al alcance la ciencia: las
feromonas humanas sintetizadas…Una de mis amigas compró un frasquito
carísimo…resultó ser un líquido transparente, inodoro e insípido…Tal como lo
dictaban las instrucciones, mezcló unas gotas con su colonia y salió de paseo.
Nada sucedió…, ella sólo experimentó un deseo arrebatador de comer cerdo” (p.
50). Y vuelve a mi memoria la fragancia que compraba mi padre y que
debía usar inmediatamente después del baño, la misma que le vendía el gurú del
amor o del anti-amor, el que contrataba para que le espantara las novias, fruto
del embrujo al que sometían al pobre indefenso de mi padre. Era un agua de
rosas o no sé, en todo caso de flores, mezclada con no sé qué, hedionda, olía a
muerto, a lo mejor en eso acertó el brujo, pues ¿quién podría acercársele con
tan espantoso olor? Pero dejemos a mi padre tranquilo.
"El olfato es...nuestro sentido más antiguo. Es preciso, rápido, poderoso y se graba en la memoria con tenaz persistencia, de ahí el éxito de los perfumes", Afrodita, Isabel Allende. |
El libro sigue deleitando al lector
con muchos más apuntes ocurrentes, deliciosos y graciosos, cargados de ironía,
de sátira y también de aprendizajes, de recetas culinarias que he subrayado
para ser preparados en cuanto pueda, así que mis comensales, prepárense.
Les recomiendo entretenerse con esta
deliciosa lectura de “Afrodita”.
Felicitaciones, buen escrito
ResponderEliminarMe alegra Leo que te haya gustado, verdad que es un tema muy interesante?
EliminarBuenas noches, qué interesante conexión amores, comida, olores..... Sabores, imaginación y artes de seducción.
ResponderEliminarSúper.
Estimada Diana, qué bueno que lo hayas leído y que te haya gustado. Gracias por estar ahí.
EliminarSuper divertido tu comentario y haré también un préstamo de Isabel Allende, la risa el mejor remedio
ResponderEliminarGracias amigo por tu apreciación, vale la pena tomar prestado todo de doña Isabel Allende, ella es simplemente genial.
EliminarMuy bueno, me divertí leyéndolo. Ramiro Prato.
ResponderEliminarMi querido Ramiro, gracias por leerme y comentarme y ser fiel a mi blog. Un abrazo.
EliminarMuy interesante. ��
ResponderEliminarEstimada María Lady, gracias por leerme y seguirme. Aprecio tu cariño.
EliminarHola profe !! Me encanta tu blog, sobre todo la frescura con que escribes, tal y como te recuerdo del cole !! Esta y la de los vinos son mis entradas favoritas, siempre estoy pendiente cuando pulbicas nuevas cosas !! Un abrazo.
ResponderEliminarHola profe !! Me encanta tu blog, sobre todo la frescura con que escribes, tal y como te recuerdo del cole !! Esta y la de los vinos son mis entradas favoritas, siempre estoy pendiente cuando pulbicas nuevas cosas !! Un abrazo. Laura Soler.
ResponderEliminarMi recordada Laura. Me encanta que te encante, son los lectores los que nos hacen amar más esta infinita pasión de contar historias, pasión que sé, compartimos. Gracias por seguirme y leerme. Un abrazo.
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