Oh Chile, largo Pétalo de Mar y Vino y Nieve...

Oh Chile, largo Pétalo de Mar y Vino y Nieve...
"¿Cuánto vive el hombre, por fin?
¿Vive mil años o uno sólo?
¿Vive una semana o varios siglos?...
(El título y el verso son ambos de Pablo Neruda).

En una entrevista concedida a emol.com del diario El Nacional, la famosa literata Isabel Allende, afirmó que Chile desde los Estados Unidos, lugar en donde vive hace más de tres décadas, -"Se ve bien, mejor que cualquier otro país latinoamericano: hay estabilidad política, social y económica. Hay problemas, pero hay problemas en todas partes”-1. Pues bien, permítanme afirmar con ella, que sí, que Chile se ve mejor que cualquier otro país latinoamericano, -so pena de ser juzgado por algún nacionalista convencido de que este es el mejor vividero del mundo-; eso fue lo que experimenté estando allí, -aunque como turista todo se ve distinto, también hay que decirlo-; así que les narraré este viaje que me encantó y que hizo me enamorará de esta patria grande que es Latinoamérica, un viaje que me hizo ver en toda su magnitud esta gran cadena montañosa, Los Andes, tan majestuosos como los Apeninos o como las Rocallosas y que nos ha configurado ése modo tan particular de ser Andinos, común denominador que compartimos casi todos los que habitamos este cono sur.
Con Flavio Carnevali en Pto. Varas, Chile

En el 2015, me dejé seducir por mi querido Flavio a irnos de viaje a Chile, así que ahorramos, lo planeamos y nos lo imaginamos, quizás animados por lo que él ya había conocido en toda la literatura que había bogado de Isabel Allende y, quizás por lo que yo había devorado de Neruda y Mistral; así que nos hicimos a un plan que nos llevaría primero a la capital, Santiago, luego a Puerto Montt – Puerto Varas y después a Viña del Mar y Valparaíso. ¡Antójense que vale la pena!
Mapa de Chile. De Santiago a Pto. Montt-Pto. Varas, luego a Viña del Mar y Valparaíso.


La Cosmopolita Santiago de Chile
Sanhattan, Santiago de Chile

La capital de Chile es también una ciudad contaminada, -ya en Colombia nos estamos acostumbrando, por desgracia, a tener noticias similares de Medellín y Bogotá y de otras ciudades que van engrosando esta lamentable lista-; con más de 6 millones de habitantes, ubicada a una altura de 567 msnm, se dice que es tan competitiva como San Pablo en Brasil, ya lo creo. También se dice que es la segunda mejor ciudad para vivir en América Latina y una de las metrópolis más seguras de la región. En Santiago visitamos varios lugares emblemáticos de los que señalaré los que más recordación me generaron, no sin antes decir que su red de ciclo rutas es grande y que percibí un poco de agresividad en sus ciclistas.

Barrio Bellavista: Para hacerse a una idea, diré que es  una mezcla del bohemio barrio La Candelaria en Bogotá y del pintoresco barrio Getsemaní en Cartagena, quizás más pequeño, pero con más aromas, dada su amplia oferta gastronómica de talla mundial. Cuenta con restaurantes, teatros, bares, discotecas y tiendas. Posee además una hermosa arquitectura exótica. Fue allí donde tuvimos el placer de encontrarnos un par de veces con Fernando Torres Bosetti, primo de Flavio y su esposa Gey López para compartir unos deliciosos platos y, sobre todo para dejarnos orientar por ellos quienes ya llevaban un tiempo viviendo allí. Aquí también se encuentra una de las casas de Pablo Neruda, convertida hoy en museo, “La Chascona”, que me quedé con ganas de visitar.
Detalle de casas y calle en el Barrio Bellavista, Santiago de Chile.

Parque Forestal: Es el parque de 19 hectáreas más famoso de la ciudad y uno de sus pulmones más importantes. Se ubica en pleno centro, entre el barrio Lastarria y la Estación Mapocho. Dentro de él se ubican el Museo de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago. Es un hermoso paseo y lugar de esparcimiento con una amplia oferta de diversión y fascinación.
Al fondo el Palacio de Bellas Artes de Santiago

Palacio de La Moneda: Es el palacio de gobierno de Chile. El edificio fue construido inicialmente para ser la Casa de Moneda en la época de la Colonia. Es una de ésas construcciones que dice de la influencia Europea en la arquitectura de esta capital.


Sanhattan: Así es popularmente conocido el sector financiero y comercial de Santiago, parodiando al Manhattan de Nueva York. Es el símbolo del crecimiento económico y financiero del país del sur. Está compuesto por más de 50 torres de oficinas y el complejo comercial Costanera Center, considerado el centro comercial más grande de Sudamérica, -aunque eso lo he escuchado ya en varias ciudades de América Latina-. El edificio que más se destaca es la Gran Torre Santiago, del que se dice también, -de nuevo otra hipérbole latina-, es el más alto de Latinoamérica.


De visita por Concha y Toro: 
Con Fernando, Flavio y Gey en Concha y Toro
Acompañados por Fernando y Gey, nos tomamos un día para visitar y degustar excelentes vinos y otras cositas en Concha y Toro, el famoso viñedo establecido en 1883 y ubicado en el Valle del Maipo, a 26 km desde Santiago. De esta viña se dice que es la principal productora y exportadora de vinos en América Latina y la décima empresa productora de vinos en el mundo. En ella se puede visitar el “Casillero del diablo”, nombre de la bodega, pero también de su mejor vino; que se ha constituido en toda una leyenda, según la cual, don Melchor de Concha y Toro, dueño de los viñedos, para evitar que sus vinos siguieran siendo robados, se inventó la leyenda de que el diablo se estaba apareciendo, lo que paró con el robo. También es famoso el gran vino Don Melchor. De ambos tuvimos la oportunidad de degustar, volver a gustar y repetir. Aquella tarde llegamos al hotel un poco desencajados, pero felices a causa del alcohol que destilábamos. Una experiencia recomendable para quienes disfrutan de las mieles de la vid y se dejan llevar por las tentaciones de Baco.

Un caprichito en el Castillo Forestal: Una de las referencias gastronómicas que habíamos recibido era precisamente ésta, por la excelente comida francesa que ofrece, así que decidimos olvidarnos de nuestras limitaciones económicas y nos lanzamos a almorzar como dioses en esta joya. ¡Y sí que lo disfrutamos! Recomendadísimo para quienes gustan de la cocida francesa y son capaces de dejar de lado los escrúpulos financieros, al menos por un momento. ¡Sólo se vive una vez!

Fin de año en la torre Entel: También por recomendación de Fernando y Gey, y por un precio realmente módico, pasamos el fin de año en una fiesta organizada para tal fin, con barra y comida ilimitada. Fue allí donde me enteré de ése gusto bien particular de los chilenos por la cumbia que han asumido como suya y que han sabido mezclar con elementos populares y de su propio folclor. Me sonaba diferente, un poco cómica al principio, carranguera quizás, latinoamericanísima; después, cuando mi oído ya se había acostumbrado y mi cuerpo había cogido el ritmo, bailé hasta más no poder. Y para terminar el año, un show de juegos pirotécnicos hermosísimo.
Con Fernando Tórres y Gey López, Santiago de Chile
Nuestros días terminaban en Santiago, así que con nostalgia, pero expectantes nos dirigimos a Puerto Montt – Puerto Varas.


Puerto Montt-Puerto Varas de ensueño
Puerto Montt es la capital de la provincia de Llanquihue y de la Región de Los Lagos. Nuestro lugar de estadía estaría ubicado en Puerto Varas, a media hora en carro, y uno de los parajes más mágicos que haya visto en mi vida. Imagínense ustedes tener al volcán Osorno por testigo de tus noches y al lago Llanquihue como vigía de tus sueños. Desde el amanecer hasta el anochecer no podías más que vivir de aquella maravilla que no me cansaba de admirar. Experimenté un frío de esos que calientan el alma, ¿irónico no?

Pto. Varas, Chile. Al fondo el espectacular volcán Osorno.

De paseo por el Parque  Natural Vicente Pérez Rosales: A 64 km en carro desde Puerto Varas, te encuentras con el Lago de Todos Los Santos en su máxima extensión y, como si fuera poco, sientes cómo te vigilan sigilosos los volcanes nevados: Osorno, Putiagudo y Tronador; majestuosos, imponentes, amenazantes. Y, después de caminar varios minutos por senderos bien demarcados, entre aquella singular vegetación propia de los  bosques templados lluviosos de los Andes Australes, el río Petrohué, que aparece no menos imponente, ruidoso y prístino en sus cascadas y saltos, con sus aguas esmeraldadas y frías que te detienen el alma en una contemplación infinita.  
Saltos de Petrohué

Como remate de este día de paseo, visitamos dos pequeñas localidades, Petrohué y Peulla, que me permitieron ver cómo vive la gente de los pueblos chilenos. Y así como Isabel Allende, pude afirmar que en Chile, “hay una sensación de comunidad, de familia extendida, de tribu.”2, y eso fue lindo.
Con Flavio Carnevali, Parque Nal. Vicente Pérez R., Pto. Varas, Chile

Cruce de Lagos de encanto
Muy temprano, y nuestros corazones palpitantes no podían esperar más, nos habían hablado tanto de este tour y de las bellezas que nos deparaba, que no queríamos perder ni un minuto para vivirlo en carne propia. Se trataba ahora de atravesar ésa parte de la Cordillera de Los Andes, desde Puerto Varas a Peulla, a través del lago de Todos Los Santos, con la posibilidad de llegar hasta Bariloche en Argentina, -esta vez no sería hasta Argentina-, así que desembarcamos en Peulla, el último puerto chileno, a terminar de pasar el día. Tiempo para serenarse, para dejar el alma quieta y agudizar los sentidos con aquellos colores, formas y paisajes. Dos horas de inspiración a bordo de un catamarán lleno de nostalgias y reminiscencias, al encuentro de aquel paisaje embelesador.



Exorcizando nuestro miedo a las alturas
Una vez en Peulla y habiendo llenado nuestros estómagos y recargado energías con una “Paila Marina” y un “Asado al Palo de Cordero”, nos dispusimos a aventurarnos en las alturas. Esta vez tentaríamos nuestros destinos haciendo canopy, -algo impensado en mí-, al final no podía creer haberlo logrado. Todo empezaría con introducción y lectura de instrucciones acerca de cómo dirigirse durante el paseo por las copas de aquellos altos arbustos y su recorrido por las 10 plataformas, los 1.300 mts de cable, los puentes colgantes, arneses y otros complementos. Pero antes, una caminata de unos 150 mts hasta la estación de arranque. Superadas las escaleras, nada más mirar hacia abajo y ya mis piernas empezaron en un temblequeo impresionante, respiré profundo, y traté de controlar mi miedo, no sé si mis compañeros de aventura llegaron a sentirlo o dominarlo, me dio la impresión de que el único cobarde era yo, pero me animé a ser valiente y respiré. Y quién lo creyera, al final, cuando pensé que todo había terminado y que había superado con creces mis propios miedos, sentí morirme cuando en un acto desprevenido, el instructor me soltó al vacío, mi almuerzo y mi postre quisieron salirse, tuve que sentarme y esperar varios minutos antes de volver a ser yo mismo y recuperar mi dignidad... y mis colores, volví a sentir tierra firme bajo mis pies, ¡qué alivio! ¡Qué experiencia!

En busca del “Curanto” en la isla de Chiloé
Con el "El Cuaderno de Maya" bajo el brazo, en la isla de Chiloé con Flavio Carnevali 

En su libro “Afrodita”, Isabel Allende presenta el “Curanto” como el “Guiso afrodisíaco de la Tía Burgel, consistente además de un plato afrodisíaco, en toda una ceremonia comunitaria y de tradición, en donde “los hombres hacen el horno excavando un hoyo de dos metros de largo y uno de ancho, las mujeres preparan un sinfín de ingredientes de tierra y mar (cordero en adobo, salchichas, chuletas de cerdo, pollos marinados, pescados de todas las clases, langostas, mariscos, vegetales, patatas y maíz), y en donde hasta los niños ayudan”; el caldo resultante parece que levanta todo. Un proceso que dura muchas horas y que los locales pasan con pisco, -aquel delicioso licor originario de Perú y que Chile disputa como suyo propio-; y que se inscribe dentro de la magia de la culinaria chilena. Si quieren saber más sobre esta isla, les recomiendo leer "El Cuaderno de Maya", de la mencionada autora.
Pingüinos de Humbolt y Magallanes

Pues bien, en una excursión que nos llevaría a Chiloé, no pudimos saborear el curanto, -esta ceremonia se tiene destinada para excursionistas con mucha más suerte-, pero eso sí, almorzamos rico, pudimos ver las pingüineras, repletas de aquellas aves marinas que me embelesan, además de leones marinos, focas y cuanto animal marino se acercaba confianzudo a nosotros. ¡Turismo ecológico y literario!
Isabel Allende, es la escritora viva más leída del mundo en español y traducida a 42 idiomas.

Puerto Montt y su gastronomía
No podíamos pasar a la siguiente etapa del viaje sin visitar la capital. Lo primero que se me vino a la mente allí, fue “salmón”, -Chile, dicen, es el primer productor mundial de salmón y provee el 34% del consumo mundial-. Pero el salmón podía esperar hasta el almuerzo, así que nos dedicamos a recorrer la ciudad desprevenidamente. Primero nos encontramos con el monumento de nariz amputada a la Premio Nobel, Gabriela Mistral, recordé su verso a Puerto Montt que retomé luego en el hotel, en su “Poema de Chile”, les dejó un pedacito a los amantes de la poesía:
En donde Chile cansado, por fin de rutas y espacio
quiere morir como todos,
gacela, coyote o ganso,
él empecinado aún
ojea acalenturado
la nidada de las islas
fuera de ley y de hallazgo;
pero se acabó su reino,
su voluntad y su mando,
y se queda en Puerto Montt,
como amante defraudado,
vencido el ojo de polvo,
una vez por fin exhausto”.
 
Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral.

Luego, llevados por la curiosidad nos fuimos al “Mercado de Angelmó”, pensando en comprar algunos recuerditos…, pero como ya el hambre nos apuraba, deprisa acudimos al puerto que lleva el mismo nombre, y comimos como dioses: una paila marina chiquita para empezar y, luego un salmón para continuar.  ¡Qué gusto de los chilenos por esa  combinación perfecta tierra-mar! Sentí en cada bocado cómo mi cuerpo se nutría divinamente. Y en medio, mujeres locales que iban y venían, esmeradas en brindarnos no sólo la mejor comida sino la mejor atención. Saboreamos los más agradables olores, texturas y sabores. La tarde terminaría con una excursión por el Canal de Tenglo, para contemplar las Islas Tenglo, Huar y Maillen, el Puerto Pesquero, la Isla de Los Curas y la Bahía de Puerto Montt. El frío ya estaba haciendo de las suyas, por lo que necesitábamos urgente calentarnos, fuera ya bebiendo algo caliente o volviendo al hotel, nos decidimos por lo segundo, nuestros pies se rehusaban a dar un paso más. Al siguiente día nos esperaban más aventuras en Viña del Mar y Valparaíso.

Simplemente Viña
Todo empezaría con un pequeño traspié, la reserva de hotel, aunque impresa y con el respectivo código, no había sido notificada al hotel por Despegar.com, ¡cosa bien extraña…! ¡Respiramos profundo! Solución, buscar otro hotel. Así lo hicimos. Por fortuna logramos que este impase no enturbiara el resto del paseo. En Viña del Mar nos interesaba ir a la playa y descansar un poco, ya empezábamos a sentir el cansancio típico de los viajes; queríamos también conocer la Quinta Vergara, el Reloj de Flores y disfrutar de la ciudad sin afanes.

Viña dista de Santiago unos 120 km y desde Puerto Montt, unos 1145 km. Es conocida como la “Ciudad Jardín” y uno de los centros turísticos más importantes de todo el país. A modo de advertencia, hay que decir que se siente la fuerte radiación solar en las playas chilenas, por lo que aún una corta exposición al sol te puede arruinar el día. A propósito de sus jardines, no se puede olvidar visitar el Reloj de Flores que se encuentra a los pies del Cerro Castillo, frente al balneario de Caleta Abarca. ¡Hermoso lugar para lograr unas buenas fotos, mejores que las mías, seguro que sí!
Playas en Viña del Mar, Chile.


En busca de la Quinta Vergara
Anfiteatro, Quinta Vergara, Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar

El parque del mismo nombre donde se encuentra el palacio Vergara, con sus jardines y el anfiteatro, este último famoso por ser catapulta o sepultura de muchos artistas, digo, lugar en que algunos han sido aplaudidos y otros abucheados, tribuna exigente y con oído bien afinado, por donde han pasado los más grandes de todos los tiempos y donde se realiza anualmente el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Es una obra maestra de la ingeniería moderna. Impresiona del lugar su aforo con capacidad para 18 mil personas, su acústica y su teatro de madera que tiene por objeto proyectar el sonido y proteger la voz de los artistas de las frías noches viñamarinas. ¡Vale la pena visitar este lugar!

Val…Paraíso Nerudiano
Valparaíso es una ciudad de cerros, 42 tiene en total. Es sede del Congreso Nacional, la Comandancia de la Armada de Chile, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la Subsecretaría de Pesca, los servicios de Aduanas, de Pesca y Acuicultura. Es el principal puerto de Chile y uno de los más importantes del Pacífico Sur, además de ser una de las ciudades universitarias por antonomasia de Chile.

Tengo que decir que así como en la Costa Colombiana sentí el espíritu de Gabo rondando en cada esquina, en Valparaíso sentí el espíritu de Neruda husmeando en cada rincón. Si bien el poeta tuvo tres casas y no fue “La Sebastiana”, ubicada aquí, la de su preferencia, dejó su espíritu total en ella. Me moría de ganas de visitarla y antojarme de alguno de sus libros y, de pronto contagiarme por alguna de sus musas de inspiración. ¡Sueño cumplido, el del libro, el de la musa está por verse, aún no siento nada! Eso sí, no me animé a subirme a aquellos, a mi parecer, desvencijados funiculares, llamados por los locales como ascensores, su apariencia frágil y severamente empinada no animó mi espíritu aventurero. Así que la subida al cerro Bellavista sería esta vez en taxi.
Jardín de "La Sebastiana, casa de Neruda en Valparaíso, Chile.

Una vez arriba te espera una vista panorámica de toda la bahía, hermosa, generosa en inspiración, y entonces entiendes por qué el Nobel Latinoamericano compró una de sus casas allí y cómo logró escribir aquellos bellos versos a su ciudad del alma:
Amo, Valparaíso, cuanto encierras,
y cuanto irradias, novia del océano,
hasta más lejos de tu nimbo sordo.
Amo la luz violeta con que acudes
al marinero en la noche del mar,
y entonces eres -rosa de azahares-
luminosa y desnuda, fuego y niebla.
Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ambos Premio Nobel de Literatura, orgullo latinoamericano.

Un recorrido animado y generoso por el centro histórico de esta ciudad, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, por el Corredor Yugoslavo, la Plaza Sotomayor, el Paseo Atkinson, la Plaza Victoria y el Puerto de Valparaíso, acabó de llenar nuestros espíritus saciados ahora de tanta belleza, poesía y que nos dejó con un hambre atroz, voracidad que deshicimos en un pequeño restaurante que se nos antojaba lleno de Nerudas, Mistrales y varios bohemios más, entre los que se podían contar un venezolano y un colombiano, tratando de encontrar un campito para saciar el estómago y el espíritu.

Siempre que viajo me pregunto si volvería a repetir el destino que me dispongo a dejar, y debo decir, que a Chile volvería para dejarme contagiar de ése espíritu ancestral y posmoderno a la vez. ¡Seguro que sí repetiría!

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Notas:






Comentarios

  1. Qué honor formar parte de estas letras que reflejan un pedazo de sus vidas. Geysel y yo siempre recordamos con cariño su paso por el Sur del Sur. Se les abraza con el pasar del tiempo y la distancia. Fernando Tórres.

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    1. Querido Fernando, gracias a tí y a Gey por la guía y el cariño que hicieron de ése viaje una experiencia inolvidable que nos dio inmensa alegría. Recuerdos.

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  2. Hola Luis Fernando gracias por tan maravilloso relato y hermosos paisajes. Gracias un abrazo. Gladys Pulgarín.

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  3. Hola mi querido Luis Fernando... me estoy gozando el viaje a Chile... ya me imagino tomando vino chileno...
    Besitos y abracitos...Hta. Dolly Mora

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    1. Fue una experiencia que me dio mucha alegría y que recuerdo con emoción.

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  4. Desde siempre la silueta de Chile en el mapa...Un largo pétalo de mar como titula Luis...me llamó la atención...unido a las inolvidables clases de Castellano y Literatura en bachillerato que me impregnaron de Gabriela Mistral y Neruda...fueron razones para visitar Chile en alguna etapa de mi vida...y hacerlo con Luis fue un magister de viaje...inolvidable relato...."Yo cambio la primavera porque tu me sigas mirando" Pablo Neruda..

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    1. Gracias a ti, mi Flavio por ser siempre fuente de inspiración e invitación perseverante a volar más alto.

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  5. Muchas Felicidades Varón. Gracias por compartir tus biografías. Para mí es un gran gusto leerte. Debo confesar que la lectura me enriquece y
    me ayuda a salir de las deudas y pobrezas espirituales que conmigo cargo. BRAVISSIMO. Eres una persona especial. Mil gracias. Luis Herrera.

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    1. Gracias a ti, Luis, el hecho de que me leas me anima a seguir escribiendo, pues sé que en alguien estas líneas encuentran eco, no obstante esta generación de poca lectura y poca profundidad. Un abrazo.

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  6. Saludos mi querido Luis Fernando. Siempre leo tus relatos y me encantan. Este es una invitación muy motivadora a conocer Chile. Lelis Medici.

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    1. Mi querida Lelis, que bueno saberte del otro lado, seguro qu esí, vale la pena visitar Chile. Un abrazo y saludos a la familia.

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  7. Que privilegio estar presente en tus relatos, los hago vivientes al sentirme como parte de ese recorrido turistico y disfrutar de la riqueza gastronomica y bohemia de esa region. Felicitaciones. Carlos Alzate.

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    1. Qué bueno Gustavo que lo hayas leído y que te haya gustado. Gracias por tomarte el tiempo de retroalimentarme. Un abrazo.

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  8. Muy bonitos paisajes, que buen viaje, invita a.viajar y.conocer ese pais. Felicitaciones.

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    1. Mil gracias Marleny por tu mensaje, la verdad es que Chile es un país que vale la pena ser conocido, al igual que toda esta América Latina nuestra. Un abrazo.

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  9. Gracias Luis Fdo por el Detallado y preciso relato que evoca mis pasos por aquel país. Grato seguir leyéndote más aun sabiendo que tienes infinto sustrato para deleitarnos con vivencias excepcionales. Un abrazo.

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    1. Apreciado lector-a: qué bueno haber evocado tus propios pasos por ésas tierras tan hermosas. Vienen más historias y vivencias de viaje por parajes especiales para mí, pero sobre todo por los caminos de esta vida. Un abrazo.

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