Pizza para contar
Pizza para contar
Con la familia y listo para comer pizza |
La pizza y yo
A medida que pasan los días y me voy haciendo viejo, amo lo sencillo y disfruto la
cotidianidad. Por ejemplo, me deleito cocinando y experimentando esa alquimia
que sucede en la cocina. He cocinado siempre y siempre he amado el acto
creativo que se da en ese espacio. Pero nunca había disfrutado tanto esa
entrega en cada plato, en cada receta creada o leída como lo hago ahora (eso
pasaba antes del encierro obligatorio por el coronavirus). Y eso me pasa
también con la pizza, relación más bien de corta data. Y es que antes la
consideraba comida chatarra hasta que me dediqué a investigar, y ahí estaba
escondido un secreto que intuía. Me decía que algo tan bueno no podía ser
reducido a una comida tan poco saludable como suele ser la denominada rápida.
Entre otras cosas disfruto del
proceso de amasado y ver los efectos de la levadura actuando en la masa.
Después el armado de la pizza. Sencilla, sabrosa, olorosa. Me divierto, abro
los ojos y río cuando veo a mis comensales disfrutándola. Tal vez sea un acto
de orgullo, no lo niego. Por ello, podría afirmar con Marc Ostroff que
si “el diablo se me apareciera y me preguntara qué quisiera a cambio de
mi alma, quizás le diría: pizza”. Eso sí, espero que ese señor no se
me aparezca nunca.
Asimismo, valga la pena decir que,
no soy un experto en cocina, como tampoco lo soy en nada, es sólo un
gustico por aprender algo nuevo todos los días.
Y desde hace alrededor de 3.000 años, pizza
La historia de la pizza es tan antigua como la historia misma del pan.
Los primeros panes elaborados con masa de cereales, puesta al sol o en una
piedra caliente, datan del 8.000 a. C. Pero todavía no es
pizza como la conocemos hoy. Para ello tendremos que esperar hasta que los
europeos lleven el tomate desde América antes del siglo XVII. Los invito a
recorrer conmigo algunos hitos de la historia de la pizza:
* En la antigua Grecia, cuna
de los panes planos, se servía el plakuntos (pan
plano y redondo), decorado
con hierbas, especias, ajo y cebolla. En la época de Darío I el Grande (521-500 a. C.),
los soldados persas comían pan plano con queso fundido.
* El primer registro escrito de uso de la
palabra "pizza" se remonta al año 997 d.C. El mismo
corresponde a un texto en latín encontrado en el sur de Italia,
más específicamente en la ciudad de Gaeta.
* Se sabe que antes de la llegada
del tomate a Italia, los napolitanos preparaban la hoy llamada “pizza
blanca”, elaborada con ajo, perejil y aceite de oliva.
El tomate fue empleado como alimento en Italia, por primera vez en el año 1544,
y se denomina pomi d’oro (‘manzana de oro’).
* Fue en el siglo XVIII en
las áreas pobres de Nápoles cuando se añadió tomate a un pan plano
elaborado con levadura y de esta manera nace la pizza.
* La antigua pizzería Port’Alba (‘puerta
blanca’), en la ciudad de Nápoles, es considerada como la
primera pizzería del mundo. En 1738 empezaron a producir
pizzas para los viandantes y en 1830 se expandieron a una especie de
pizzería-restaurante con mesas y camareros.
* Durante la Segunda Guerra
Mundial la pizza empieza a extenderse a lo largo del territorio italiano.
Se sabe acerca de este efecto de expansión, por los libros de cocina anteriores
a la época de Mussolini, que si hacían referencia a la pizza, la
mencionaban como una especialidad napolitana. Fue la emigración interior de
napolitanos e italianos del sur, la que finalmente inició la expansión del
conocimiento de la elaboración de la pizza en diversas regiones de Italia.
* Las tropas aliadas, tras la
Segunda Guerra Mundial ayudaron, de alguna forma a la expansión de la pizza, ya
que éstas, estacionadas en ciertas partes del sur de Italia, al desplazarse al
norte reclamaban las pizzas que habían comido, haciendo de la venta de pizzas
un negocio rentable.
* Los inmigrantes napolitanos e italianos llevaron
sus costumbres culinarias a diversas partes del mundo. Tal es el caso
de los Estados Unidos en donde los panaderos italianos
de Nueva York empezaron a elaborar pizzas en 1902 para las
colonias de inmigrantes establecidas en la ciudad.
* Uno de los primeros panaderos italo-americanos en
reclamar como suya la elaboración de la primera pizza en Norteamérica es Gennaro
Lombardi en 1905, conocido en la actualidad como "Patriarca
della Pizza" y cuyo restaurante es Lombardi's, en Little
Italy, Manhattan, New York.
* En los años 1920 la pizza era un
alimento habitual en las festividades y ferias italianas de Norteamérica. Su
competencia con otras comidas étnicas era fuerte, pero tras la Segunda
Guerra Mundial empieza a popularizarse fuera de las colonias de
inmigrantes italianos existentes en el mundo.
* Esta popularidad impulsa en 1957
a los hermanos Celentano (Celentano Brothers) a
patentar y comercializar por primera vez pizzas congeladas. Así pues, pronto se
convertiría la pizza en uno de los alimentos congelados por
excelencia en Estados Unidos y en el resto del mundo. De paso sea dicho que
detesto la pizza o cualquier alimento pre-cocido y congelado. Es un atentado contra el buen gusto.
* En 1984, bajo el patrocinio de
la Cámara de Comercio, Industria y Artesanía de Nápoles, nace
La marca Vera Pizza Napoletana, registrada
internacionalmente por la Asociación Verace Pizza Napoletana (AVPN), la
cual certifica que la pizzería que la exhibe, produce un producto que
cumple con la
especificación internacional, AVPN.
Mi pizza casera: tomate, queso, albahaca, aceitunas, sal, orégano, pimienta y aceite de oliva. |
Del pueblo a la aristocracia
La
pizza nació en medio de las clases populares. Era su comida típica. A
media que fue expandiéndose, dejó de serlo para
convertirse en comida de aristócratas. La reina Maria Carolina
d'Asburgo Lorena (1752-1814), esposa del rey de Nápoles, Ferdinando
IV (1751-1821), hizo construir un horno especial en su palacio de
verano de Capodimonte, con el objeto
de servir pizzas a sus invitados. Me imagino que por eso hoy es tan costosa. ¿O
tal vez no?
¿Qué es la pizza?
Su versión más simple y deliciosa
consiste en una masa horneada, salsa de tomate (nunca de frasco, sí la
casera) y queso. En la modernidad la hemos complicado con otros ingredientes.
Se piensa que la palabra «pizza»
proviene de pinsa, participio
pasado del verbo latino pinsere, que significa
‘machacar’, ‘presionar’, ‘aplastar’. Pero la discusión es más compleja como lo es
la disputada etimología de la palabra misma. Varias son las teorías acerca del
origen del término, veámoslas:
Yo, en proceso de elaboración de la masa. |
*Del alemán antiguo "bizzo" o "pizzo",
que en español significa "bocado". Fue llevada a Italia a
mediados del siglo VI por la invasión de los lombardos.
*Del latín "pinsa", que significa
"aplanar" y se referiría al aplanamiento de la masa. También del
latín “picea” que describe el oscurecimiento del pan en el
horno o las cenizas negras que se juntan debajo de éste.
*Del italiano "pizzicare", en español la
traducción más correcta sería "sacar" y se referiría a
"sacar" la pizza del horno.
*Del arameo “pita”, que está en el Talmud de
Babilonia y se refiere al pan en general. Todavía en nuestros días se
usa el pan pita.
*Del griego antiguo “pikte”, "pastelería
fermentada", que luego en latín se transformó en "picta" y,
luego evolucionó a pizza.
La masa, lo mejor de la pizza
Para mí, lo mejor de la pizza
radica en una buena masa. En el cuadro abajo les copio los ingredientes y el
proceso de elaboración de masa de pizza para 2-4 personas y la preparación, no
sin antes contarles por qué prefiero la harina integral.
Poniéndole pasión y amor a la masa. |
¿Por qué prefiero la harina integral más que la refinada?
Por sabor
y por salud. Pero siempre está la libertad de escoger la que más facilidades
ofrezca. Y porque entre gustos, no hay disgustos. Les dejo algunas notas que
encontré, para tener en cuenta:
*La
diferencia entre una y otra es la parte del grano que se usa para su
elaboración. En la refinada se utiliza sólo el endospermo del grano, mientras
que la integral incluye el cereal completo.
*Los
cereales tienen tres partes. La cáscara: salvado, donde está la mayor parte de
la fibra. La parte central: endospermo, compuesto mayoritariamente por almidón.
Y el núcleo: germen, donde se concentra la grasa del cereal. Por eso el sabor
de las harinas integrales es más intenso y complejo.
*Las
harinas integrales contienen las vitaminas y nutrientes que proporciona el
cereal completo, lo que es beneficioso para la salud por su fibra, que favorece
el tránsito intestinal.
Ingredientes
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Cantidades
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Preparación
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Harina refinada o integral. Usted decide.
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250 gramos
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Poner la harina en un bol. A
continuación adicionar la levadura, la sal, el agua y el aceite. Si vas a usar cerveza en vez de levadura, no le adiciones el agua.
Mezclar todos los ingredientes
con una cuchara.
Amasar a mano sobre una
superficie plana, durante 5-10 minutos.
Dejar reposar la masa unos 30
minutos en el bol, cubierto por un trapo. Allí duplicará su tamaño.
Darle la forma preferida.
Distribuir los ingredientes de
su preferencia encima, empezando con el queso (Si pones primero el
tomate se ablandará).
Hornear o cocer en sartén
tapado.
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Aceite de oliva extra-virgen
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3 cucharadas soperas
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Levadura (En el caso de no tener
levadura, podemos hacer la masa con una cerveza, ya que la levadura de ésta
es la misma que la del pan).
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25 gramos
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Agua
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125 mililitros (medio vaso)
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Sal
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Una cucharadita
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A su
salud, pizza
Comer pizza trae consigo
beneficios para la salud y no pocos. Siempre y cuando mantengamos una dieta
equilibrada. Según los nutricionistas algunos beneficios de comer pizza son:
*La pizza no se fríe. Las
comidas rápidas fritas a menudo contienen altas cantidades de grasas
saturadas y «trans», que contribuyen a muchos problemas de salud.
*La ingesta de pizza puede
contribuir a ayudarnos a comer más verduras, lo que es importante a la hora
de mantener una dieta saludable.
*Los tomates contienen licopeno que
es un poderoso antioxidante, que la investigación científica ha
encontrado vinculado con los niveles más bajos de desarrollo en ciertos
cánceres. Además, cuando los tomates son cocinados, los niveles de licopeno se
disparan y, por tanto, son más fácil de ser absorbidos por el cuerpo. (Por eso
prefiere siempre salsa de tomate natural, preparada por ti mismo y con
tomates frescos. Ponga cinco tomates a hervir, después de haberles hecho una
cruz en la parte de abajo. Verás cómo se desprende el pellejo más fácilmente. Pon también cebolla, ajo, zanahoria y tomillo.
Luego páselos por el procesar de alimentos, retire las semillas del tomate, cocine, añadiendo sal, azúcar y pimienta al gusto, hasta espesar. Y listo).
*Todos
los vegetales contienen fibras. Las cebollas contienen cromo y vitamina C y
pueden ayudar a regular el azúcar en la sangre, la presión arterial y el
colesterol. Los pimientos, contienen altos niveles de antioxidantes y
vitaminas C, B6 y A, y ayudan a mantener las células sanas. Vitaminas también
beneficiosas para el sistema inmunológico, el metabolismo, la salud digestiva
y la buena visión.
*El
queso contiene calcio, proteínas y vitamina A.
*La
masa, que contiene algunos antioxidantes debido a las reacciones químicas de
la levadura, está hecha de una harina con más proteínas que la masa de pan.
*La albahaca tiene propiedades antisépticas y
anti dispépticas (alivia molestias abdominales). Es además antiinflamatoria y ayuda la digestión.
*El ajo es conocido científicamente como un
antiséptico intestinal y cardiotónico. Además tiene propiedades diuréticas
y antiscleróticas.
*El orégano es un excelente expectorante que
combate la tos, la bronquitis y la traqueítis. Estimula el apetito y obra
como anti-doloroso para tortícolis y reumatismos.
*La pizza puede satisfacer casi completamente el
necesario alimento diario del cuerpo y es una alternativa al consumo de
carne, que complementado con fruta y verdura, la hacen un alimento único. Por
todo esto y por mucho más, come pizza y no poca.
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Pizzas comunes y algunas de mis mejores
Nombre
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Ingredientes
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Orígenes
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Ilustración
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Para los napolitanos sólo
existen dos clases de pizza: la marinara y
la margherita. Ésa misma tradición la siguen los puristas
(como por ejemplo, los dueños de la famosa pizzería Da Michele,
fundada en 1870), quienes consideran que ahí solo se deben servir las dos
pizzas «verdaderas».
Cualquiera que sea tu pizza favorita, adiciónale: orégano, pimienta, más queso parmesano y otro chorrito de aceite de oliva. |
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Marinara:
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Salsa de
tomate, orégano, ajo, aceite de oliva y albahaca.
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El nombre «marinara»
(‘marinera’) se debe a que era la comida de
los pescadores cuando retornaban de sus actividades en
la bahía de Nápoles.
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Margherita
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Albahaca, queso
mozzarella y tomates.
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En 1889, para celebrar la
visita del rey Umberto I y la reina Margherita
Teresa de Saboya, Esposito inventó tres pizzas
diferentes. La pizza elegida por la reina de entre las tres, fue aquella que
por sus contenidos le recordaba la bandera de Italia: verde (albahaca), blanco (queso mozzarella) y rojo (tomate). En honor de la reina, a esta pizza se la denominó
«pizza Margherita».
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Pepperoni
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Tomates triturados, orégano
seco, albahaca seca, sal, queso mozzarella rallado y pepperoni.
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El pepperoni es un embutido similar al salami, con un toque ligeramente picante. Aunque
parezca una palabra italiana no lo es, dado que en Italia este ingrediente se
denomina salsiccia napoletana picante. Es una pizza
muy común, pero no está entre mis mejores.
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Champiñones-al
funghi
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Salsa de tomates frescos,
queso mozzarella rallado, cebollas, champiñones, sal, pimienta,
aceitunas sin semilla, aceite de oliva extra-virgen y queso parmesano
rallado.
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Tropical
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Salsa de tomates frescos,
pimentón verde, pimentón rojo, champiñones, rodajas de tomates frescos, piña
fresca, queso parmesano rallado, orégano al gusto o albahaca.
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Hawaiana
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Piña, jamón y queso.
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Su origen no está en Hawai, sino en Canadá en
donde fue inventada por el griego Sam Panopoulos. El país
que más la consume es Australia. En Colombia es bastante común. A mí me
encanta.
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Napolitana
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Salsa de tomates frescos, queso mozzarella,
tomates frescos en rodajas, sal, ajo, perejil, aceitunas verdes y aceite de
oliva.
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Es la versión propia de Nápoles. El término pizza
napoletana, importante e histórico, se emplea en algunas zonas como sinónimo
de pizza tonda (‘pizza redonda’). Bajo la denominación pizza napoletana
verace artigianale (‘pizza napolitana auténtica artesanal’) está reconocida
como producto agroalimentario tradicional italiano.
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Al pesto
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Pesto con tomate,
albahaca, queso mozzarella y aceite de oliva.
La salsa al pesto se prepara con aceite de oliva,
albahaca, queso parmesano, ajo y piñones.
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Los siguientes datos son bien curiosos: pesto es
una palabra genovesa, “pestare”, que significa “machacar en un mortero”. Es
decir, cualquier salsa puede ser pesto.
En Génova se toman realmente en serio el pesto:
han creado el «Consorzio dil Pesto», ente responsable de velar por la
autenticidad de la receta. Por supuesto, recomiendan utilizar el método
tradicional de preparación a mano. En Italia recomiendan utilizar únicamente
la Denominación de Origen Protegida Genovesa
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Capricciosa
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Tomates frescos, jamón en tiras, anchoas,
queso mozzarella rallado, alcachofas, champiñones, aceitunas verdes rellenas,
ajos machacados, orégano seco y aceite de oliva.
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Esta pizza fue inventada por Enea Dante
Santerini, el propietario del restaurante “La Capricciosa” en
Via del Corso, en Roma. La familia Santerini todavía tiene la patente
corporativa registrada el 29 de noviembre 1952.
Debo decir que es la única pizza con pescado
(anchoas) que me gusta.
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Frutti di mare
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Tomates frescos, cebolla, ajo, sal, orégano,
mariscos, calamares, almejas, mejillones, vieiras, pulpo, gambas, pulpo,
sepia, calamares y chipirones. No es necesario poner todos los frutos de mar.
Los que se tengan están bien.
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Vegetariana
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Hay muchas variaciones y la puedes preparar con
los vegetales que más te gusten.
Tomates frescos en rodajas, berenjena, calabacín,
espinacas, pimentón rojo, queso al gusto, orégano, sal y aceite de oliva. Y
más queso.
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Prosciutto
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Prosciutto significa jamón en
italiano.
Jamón, queso rallado, orégano, tomates
frescos en rodajas y queso mozzarella.
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En las regiones italianas de la Toscana, Emilia o
Parma (en el norte), se encuentran los prosciutto más deliciosos.
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Quattro formaggi- cuatro quesos
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Se pueden usar los quesos que más te gusten.
Escoge entre gouda, mozzarella, queso azul, de cabra, Emmental,
Roquefort, Ricotta o Parmesano. Añade aceite de oliva, tomates y orégano.
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Pomodorini y rúcula
·
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Rúcula y diferentes tipos de tomates
cherrys, queso mozzarella, queso parmesano, aceite de oliva, limón y
sal.
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Alla puttanesca
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Esta pizza comparte los mismos
ingredientes que los spaguetti alla puttanesca: tomate, anchoas,
alcaparras, aceitunas, queso mozzarella y queso parmesano.
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Pizza,
letras y cine
Un buen plan para lo que resta de la cuarentena a la que nos ha confinado el bendito Covid19. Seguir leyendo y viendo películas..Y comiendo pizza casera.
Cine
Para terminar, tengo que confesar, que a la hora de la pizza, soy más purista que los puristas, pues amo la pizza sencilla, esa que se prepara con tomates, rúcula, queso, aceite de oliva, pimienta, orégano y albahaca, según sea el caso. Así, no más. No me gusta la pizza con carne de res, ni con pescados. Detesto los inventos de pizza con chicharrón, bananos, tamarindos y esas cosas. No me gustan las pizzas dulces, excepto la hawaiana y la tropical en donde el dulce lo aporta la piña. No me pasan las pizzas atiborradas de ingredientes que las hacen ver desagradables y en donde no se logran identificar los sabores.
Para acompañar la pizza un buen vino o cerveza bien fría. Ummmm. Y muchos amigos. Comerla con la mano. Mejor que la masa quede crocante. No me gustan las pizzas de masa gruesa. Si tuviera que elegir, me iría por la napolitana, seguiría con la de cuatro quesos. Y si una tercera oportunidad me fuera dada, escogería sin tardanza la de tomate y rúcula (amo el sabor de la rúcula), como para no engordar. Jejeje. Y por eso, digo con Yogi Berra de los Yankees de Nueva York: “lo mejor será cortar la pizza en cuatro pedazos, porque nunca tengo tanta hambre como para comer seis trozos”, jejeje.
Un buen plan para lo que resta de la cuarentena a la que nos ha confinado el bendito Covid19. Seguir leyendo y viendo películas..Y comiendo pizza casera.
Letras
- Publio Virgilio Marón (Año 70 a.C.), en la Eneida menciona un plato similar a la pizza. Si no la has leído, te invito a hacerlo y si ya la leíste, encuentra la parte donde menciona tal plato.
- Marcus Porcius Cato (234-149 a. C.), conocido como “Catón el Viejo” describe la comida del romano medio en forma de pan plano, aliñado con diversos condimentos.
- Marcus Gavius Apicius (nació finales del siglo I a.C), el primer gourmet o gastrónomo de la historia, escribió el único libro de cocina romana que ha sobrevivido, De re coquinaria. Allí menciona la elaboración de numerosos panes planos aliñados, con aceite de oliva, perejil, orégano, etc.
- Alexandre Dumas-padre (1802- 1870), autor de “Los tres mosqueteros” y “El Conde de Montecristo”, describe la pizza en la corte de Nápoles en su novela “Le Corrícolo”. Dumas describe la pobreza de los habitantes de la ciudad, a los que denomina lazzaroni (lazarones, como el personaje bíblico, Lázaro); y describe cómo esas gentes humildes desayunan, almuerzan y cenan un pan plano, al que añaden diversos ingredientes como aceite de oliva, tocino, queso, tomate y anchoas.
- Ana Luisa Anza (México en 1957), autora de “Aventuras de una rebanada de pizza” en la que narra las aventuras de Irene, una niña a quien le encanta estudiar y dedicar su tiempo libre en un curioso trabajo: se disfraza de pizza para invitar al público a la pizzería de Don Sancho, pero un pequeño y desafortunado evento provoca que la famosa pizzería deje de tener clientela. Entonces Irene, junto con Laurita y Enrique, iniciarán nuevas aventuras. Con ayuda de su imaginación lograrán ser pequeños detectives que investigarán lo ocurrido para conservar el mejor trabajo del mundo: “Ser una buena rebanada de pizza”.
- Ángela Calcagni, en su libro “Pasta, pizza y risotto”, ofrece trucos y recetas para preparar la pizza margherita, entre otros muchos platos de la comida italiana. Leerlo de la A a la Z, un deseo por cumplir.
- Jamie Oliver, este chef inglés en su obra: “La cocina italiana de Jamie Oliver”, da efectivas recetas, además de contar su diario de viaje por los pueblos de Italia. Me encanta ver sus programas en el canal BBC.
- Mario Mendoza, en «Relato de un asesino»; cuenta como mientras Tafur, el criminal, escarbaba con un cuchillo de cocina en el vientre de su amada muerta, buscando un feto, sonó el teléfono: alguien solicitaba un servicio a domicilio y quería una pizza mediana de salami con champiñones. Más tarde, entendemos que la llamada no fue un capricho del autor sino que desde entonces, comenzaba a trazarse el vínculo entre un asesino y una pizzería.
- Etgar Keret, este escritor israelí es el autor de “Pizzería Kamikaze”. Título nada curioso para un contexto como el de Israel.
- María Paredes y Elsa Hernández, inspiradas por las odas de Pablo Neruda, escribieron esta "Oda a la pizza", que me gustó: ¡Oh! sabrosa y crujiente. ¡Oh! sabrosa y deliciosa, ¡Oh! sabrosa y esponjosa. Dan ganas de hincarte el diente, y te conmueve la mente. Salsa de rojo tomate, por ti me hago un jaque mate. Peculiares sus sabores, que recargan mis motores. Con un aroma a aguacate.
Con mis amigos Robinson Garcés y Alex Alvis. |
Cine
Algunas de estas películas, que tratan el tema, las
recuerdo de hace años; otras, acabo de verlas y otras, están en mi lista de
pendientes:
- Dog Day Afternoon-El ladrón de bicicletas (Italia, 1948). Después de que un padre y un hijo con poco dinero pasan un día buscando una bicicleta robada, el papá se ofrece a darle al niño una gran tarta. Pero una vez que se sientan, el camarero del restaurante les dice sarcásticamente: "Esto no es una pizzería". Los dos improvisan con pan de mozzarella.
- El oro de Nápoles (Italia, 1954). Sophia Loren interpreta a la juguetona joven esposa de un vendedor de pizzas que pierde su anillo de bodas durante una cita, luego le miente a su esposo y le dice que se le escapó mientras amasaba la masa. Se produce una búsqueda frenética, y con un pequeño juego de manos, el anillo aparece milagrosamente en un pastel.
- Saturday Night Fever (Estados Unidos, 1977). "Hola Tony. ¿Dos o tres?" "Dos, dos, dame dos, eso es bueno". La escena inicial de este drama disco de los años 70 presenta un movimiento clásico de pizza: Tony (John Travolta) golpea dos rebanadas juntas al estilo de dos pisos, dando grandes mordiscos a ambas capas mientras se pavonea por la calle.
- Wayne’s World (Estados Unidos, 1992). La estrella de televisión de acceso público Wayne Campbell (Mike Myers) llega a lo grande cuando su programa de entrevistas sube del sótano de sus padres a un elegante estudio de Chicago. Pero cuando un productor sórdido (Rob Lowe) sugiere que el patrocinador del programa obtenga el mejor tiempo de cámara, Wayne dice que se niega a venderse. "Ahí es donde veo las cosas un poco diferente", explica Wayne, mientras levanta la tapa de una caja de Pizza Hut. "Contrato o no, no me inclinaré ante ningún patrocinador", dice.
- Little Italy (2018). Comedia romántica que relata la historia de amor de Nikki y Leo en el célebre barrio de Nueva York, Little Italy. Este romance que había empezado en la niñez nace entre pizzas y pizzerías, pero la familia se opone, se podría decir que es un “Romeo y Julieta a la pizza”.
- Mystic Pizza (1988). Comedia romántica protagonizada por Julia Roberts, Adam Storke, Annabeth Gish y Lili Taylor. La cinta narra la historia de 3 jóvenes meseras de una pequeña pizzería en la década de los 80; pero un romance hace que las 3 amigas hagan equipo para salir del pueblo.
- Tarde de perros (Estados Unidos, 1975). Durante un atraco a un banco, Sonny, para pagarle a su novia una operación de cambio de sexo (Al Pacino en una de sus actuaciones estelares), y Sal (John Cazale) se esconden con rehenes. La terrible experiencia se prolonga, por lo que Sonny negocia con el FBI para que le entreguen la pizza. A medida que las cámaras de televisión ruedan, al repartidor se le paga con un fajo de billetes de los cofres del banco. Agita los brazos y salta en el aire: "¡Soy una jodida estrella!"
- Manhattan (Estados Unidos, 1979). Cuando Isaac (Woody Allen), de 40 años, lleva a su novia adolescente, Tracy (Mariel Hemingway), a comer pizza a la ciudad de Nueva York, ella le dice que tiene la oportunidad de estudiar en el extranjero pero que no quiere irse sin él. El miedo al compromiso de Isaac es salvado por la campana cuando el mesero dice: "¿Entonces deben ser anchoas, salchichas, champiñones, ajo y pimientos verdes?" "Olvidaste el coco", bromea Isaac.
- Fast Times at Ridgemont High-Aquel excitante curso (Estados Unidos, 1982). A lo largo de la conferencia de historia estadounidense del Señor Hand, el drogadicto Jeff Spicoli (Sean Penn) tiene una cierta expresión de complicidad en su rostro. Entonces, llaman a la puerta del aula. "¿Quién ordenó la doble de queso y salchichas?".
- Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984) Está bastante claro cuál es el topping adecuado para las pizzas del mundo de Freddy Cruger: pedacitos de almas. Es probable que hasta este momento te estuviesen entrando ganas de pedir una buena pizza, pero a partir de esta escena, todo puede cambiar. Jejeje.
- Regreso al Futuro II (Robert Zemeckis, 1989). Mi serie favorita de niño. Qué decir de aquel capítulo con las pizzas instantáneas.
- Solo en casa- Home alone (Chris Columbus, 1990). El punto de arranque es el momento en el que Buzz le niega a Kevin probar algún trozo de su pizza favorita. El, “quédate con el cambio, sabandija asquerosa” y el show pruebas al que el niño somete a los ladrones, es sencillamente divertido.
- Crazy, Stupid, Love. Otro ejemplo en el que tampoco ha podido faltar la pizza es en esta divertida comedia-romántica. Y nada más y nada menos, quién no pudo evitar caer en la tentación de saborearla, fue el actor Ryan Gosling.
- Spider Man 2 (The amazing Spider-man 2, 2004). Fotógrafo freelance en un periódico y repartidor de pizzas a domicilio a tiempo parcial, el Spider Man al que ni siquiera sus fabulosos superpoderes arácnidos le permiten entregar sus pedidos a tiempo.
- Top Secret! (Top Secret!, 1984). Es, sin lugar a duda, uno de los grandes clásicos del humor absurdo, una película repleta de gags en segundo plano absolutamente maravillosos. Como éste en el que los comensales de una pizzería intentan dominar unos cuantos kilos de elástica y deliciosa mozzarella fundida.
- Haz lo que debas (Do the right thing, 1989). Los conflictos raciales entre italoamericanos y negros en Brooklyn quedan perfectamente reflejados en este absurdo diálogo en la pizzería de Sal.
Para terminar, tengo que confesar, que a la hora de la pizza, soy más purista que los puristas, pues amo la pizza sencilla, esa que se prepara con tomates, rúcula, queso, aceite de oliva, pimienta, orégano y albahaca, según sea el caso. Así, no más. No me gusta la pizza con carne de res, ni con pescados. Detesto los inventos de pizza con chicharrón, bananos, tamarindos y esas cosas. No me gustan las pizzas dulces, excepto la hawaiana y la tropical en donde el dulce lo aporta la piña. No me pasan las pizzas atiborradas de ingredientes que las hacen ver desagradables y en donde no se logran identificar los sabores.
Para acompañar la pizza un buen vino o cerveza bien fría. Ummmm. Y muchos amigos. Comerla con la mano. Mejor que la masa quede crocante. No me gustan las pizzas de masa gruesa. Si tuviera que elegir, me iría por la napolitana, seguiría con la de cuatro quesos. Y si una tercera oportunidad me fuera dada, escogería sin tardanza la de tomate y rúcula (amo el sabor de la rúcula), como para no engordar. Jejeje. Y por eso, digo con Yogi Berra de los Yankees de Nueva York: “lo mejor será cortar la pizza en cuatro pedazos, porque nunca tengo tanta hambre como para comer seis trozos”, jejeje.
Recordé el de la-pasta. Su costumbre es llevar el tema hasta- agotarlo y entonces se convierte en todo un tratado. Excelente. Mucha información importante y provoca probar. Estoy de acuerdo con usted que las-sencillas son mejores. Luz Stella Muñoz.
ResponderEliminarMi querida Luz Stella, mil gracias por sus sugerencias y por atreverse a leerme. Un abrazo grande.
EliminarGracias don Luis. Fascinantes recetas..
ResponderEliminarSaludos cordiales.. Johan Quintero.
Johan, gracias a ti por tu tiempo y tus palabras.
EliminarGracias, la compañía tuya a través de tus relatos es muy significativa. Un afectuoso saludo a Flavio. Martha García.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Martha. Aprecio tus palabras.
EliminarAl terminar de leer tan apetitosa crónica, queda en la boca el sabor a pizza y en la mente la huella intelectual de un texto bien escrito, con folclor costumbrista. Humberto Senegal.
ResponderEliminarGracias maestro. Honor que me hacen sus palabras que recibo complacido. Un abrazo y a seguir cuidándose.
EliminarLuifer, cómo no amar la Pizza, hasta tiene un teorema matemático, justo con el nombre suyo. Por ejemplo, como profe me ha permitido introducir temas y es que puedes hablar de fraccionarios, algoritmos, historia, etc. Y mejor si la puedes preparar! Gracias. En todo caso le faltó mencionar el récord de la Pizza más grande. ¿ Sabe dónde fue? Año y de quién? Orlando Orozco.
ResponderEliminarQué buen dato Orlandito. No, no lo sé, ya me lo contarás para compartirlo.
EliminarLuifer, se hizo en Sudáfrica el año en que nací, 1990 y medía 37 metros, fue preparada por Dovilio Nardi, Andrea Mannocchi, Marco Nardi, Matteo Nardi y Matteo Giannotte (todos italianos) en 2012. Orlando Orozco.
ResponderEliminarSúper, Orlandito, mil gracias por compartirlo. Un abrazo con toda mi admiración.
EliminarHola. Excelente!!! Cómo siempre. Javier Alexis Espinosa.
ResponderEliminarSaludos, Javier, gracias a ti. Espero que te estés cuidando. Saludos a la familia. Un abrazo.
EliminarHola Luis Fernando que bien sigue obrando Dios en tu vida a través de esa bella inspiración.
ResponderEliminarEspero estés bien. Muchas bendiciones ���� Hta. Yorleida Carabalí.
Hta. Yorleida, gracias por sus palabras y buenos deseos. Bendiciones de vuelta.
EliminarQué delicia. Tanto el relato, como los exquisitas pizzas.
ResponderEliminarEste viaje al nacimiento de este delicioso plato, la hace más apetitosa.
Todas estas recetas y la manera tan práctica como nos la enseña a preparar logrará que nos atrevamos a intentarlo y seguro que lo haremos y ofreceremos una insuperable pizza a nuestros invitados. Seguro los dejaremos boquiabiertos. Gracias Ferchito
Hermosa prima Yolanda, qué bueno antojarte de preparar pizza en casa, vale la pena. Ya me contarás cómo te va. Un abrazo. Y, gracias a ti.
EliminarMuy interesante e instructiva la historia de la pizza. Y muy sabrosas las recetas. Rodolfo Restrepo.
ResponderEliminarGracias, amigo. Veo en las redes que te estás animando cada vez más con recetas versátiles y nada fáciles. Ya me contarás.
EliminarGenial!!! Me diré a mi hijo en Canadá que la pizza Hawaiana no es de Hawai y a mi hija en Australia que es allá donde más la consumen.. Jajaja. También prefiero la pizza simple y amo la rúcula. Me encantó tu artículo pues amo el bien comer y beber. Ummm los buenos vinos. Me gusta cocinar también. Me encanta ver los programas de tv de cocina. Aunque por internet se consiguen miles de recetas me gusta tener los libros. Felicitaciones de todo corazon por tu tan informativa investigación.... Y me abriste el apetito!! ������. Amparo.
ResponderEliminarGracias Amparo por tus comentarios y por la difusión de esta información con los tuyos. Qué viva la pizza.
EliminarGracias por ese bello envío. ❤ Ma. Teresa Correa.
ResponderEliminarGracias a ti, María T. por considerarlo así. Un abrazo.
EliminarTío! Que agradable post, básicamente me dieron ganas de comer una pizza hecha por ti, jajajaja. Sin duda es una comida excelente, que por cierto es mi favorita. Un fuerte abrazo, nos debemos esa pizza.
ResponderEliminarCamilo.
Epa Camilito, buen viento y buena mar. Que la inmensidad del océano te inspire y saque de ti nuevos dones. Sigue leyendo mucho. Te quiero mucho. Un abrazo.
EliminarMuy buen blog Luis. Diego Cuellar.
ResponderEliminarGracias, Diego. Cuídate mucho, veo en los noticieros que la cosa en New York no es nada fácil. Un abrazo.
Eliminar¡Me encantó! ¡Me antojé de pizza!
ResponderEliminar¡Qué descripción tan detallada!
Gracias por compartir y darnos ese honroso lugar. Robinson Garcés.
Gracias a ti, mi querido Robin por ser tan especial. Un abrazo de vuelta.
EliminarMi querido Luis Fernando, lo acabo de compartir aquí en mi casa. Lo leí con mi mamá, mi hermana y mis hijos. Nos gustó mucho. A mi hermana le gustó la receta de la salsa de tomate. Hay mucho qué aprender. Muchas gracias por compartirlo y también por los datos históricos. Yo les decía a ellos que miraran todo lo que uno puede aprender alrededor de una pizza. Fue muy agradable leerlo... Y a la final entonces cómo es? Pizza por la pinza, por la aplanada, por la machacada o por la sacada? Qué bueno encontrar estos escritos y encontrar a alguien que escriba sobre estas cosas pequeñas, no insignificantes sino pequeñas que son lo que enaltece la vida. Un abrazo. Liliana Zamudio.
ResponderEliminarGracias Liliana a ti y a tu familia por atreverse a leerlo y sacarle provecho. Un abrazo extensivo a todos en tu casa.
EliminarBuenas tardes, q rico q sabe hacer pizza, lo más difícil es preparar la masa, gracias x la historia y las recetas, q chévere, buena esa. Carmelita Soto.
ResponderEliminarHola Carmelita, gracias. La masa es lo más fácil, sin misterio, también se puede usar polvo de hornear o una cerveza y dejarla tapada por lo menos media hora y volverla a amasar. Inténtelo, es fácil, económica, rendidora y sobre todo, rica y saludable. Jejeje.
EliminarLo bueno de este escrito es recordar al leerlo que soy testigo presencial de la preparación de estás pizzas..y Jefe de la degustación..jajajaja.. excelente artículo..Genial..
ResponderEliminarY nada mejor que el paladar de un hijo de Italia para catar la pizza. Un abrazo.
EliminarComo siempre disfruté mucho leyendo tu escrito, quede con ganas de preparar pizza, la verdad nunca lo he echo y que mejor caserita y saludable como me encantan las preparaciones, cuando la haga te enviaré foto por ahora, algún día volveremos a reunirnos en familia para deleitarnos, de una buena pizza!, como el día de la primera foto, que bellos recuerdos!!
ResponderEliminarMi querida Deisy, qué gusto saber que quedaste con ganas de aventurarte a preparar una rica pizza casera. Sé que te quedará muy rica...sé de tu sentido del balance en la cocina y de tu buena sazón, ni hablar. Ya me dirás... Abrazos virtuales hasta que la ficción supere esta cruda realidad.
EliminarSiempre quise saber la receta de la salsa para pizza, y mira donde la vine a encontrar; excelente relato.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo mío.
Mi querida Ara, me alegra saber que puedo ser útil y, sobre todo, saber que al estar leyendo tu comentario, sé que estás bien. Otro abrazo más fuerte de retorno.
ResponderEliminarLuis fer, comparto contigo esa linda sensación de disfrutar de una buena pizza y poder degustar esos ricos sabores como el queso, el tomate, el peperoni y entre otros; me encanta poder leerte, pero no comparto contigo el sabor de la pizza hawaiana ni mucho menos los sabores dulces, ya que estos degradan el buen gusto de los paladares.
ResponderEliminarQuerida lectora, gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar este post. Así es, la pizza es también la oportunidad de una linda sensación y de gustos. Y entre gustos y colores no hay disgustos como bien lo señalaban los latinos: "DE GUSTIBUS ET COLORIBUS NON EST DISPUTANDUM (sobre gustos y colores no hay que disputar). Jejeje. Un abrazo y me encanta que leas mis posts.
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