Voluptuosos menesteres
Voluptuosos
menesteres
(Escultura de Mu Boyan (牟柏岩 ): Dot (Fatty series), 2013. (Color sobre acero inoxidable) / Aye Gallery / Art Basel, Hong Kong 2013 / SML.20130523.6D.142. Foto: See—ming Lee (CC BY—NC 2.0)CC BY—NC 2.0) |
Cada pared, cada recodo de la casa luce pintado
de rosa. Las sábanas, que hacen parecer apacibles las despaturradas camas, son
también rosa. Las cortinas están adornadas con rosas rojas sobre fondos de
naturaleza rosa y las sillas tapizadas de hule, le hacen juego.
Los postres cubiertos de crema y frutos rojos llegan
al comedor, a la sala de estar, a la cocina y a toda la casa, en una procesión interminable.
Una parte de ellos se instala en la mitad de la mesa.
La almidonada señora de la casa, luciendo su vestido de corte inglés de grandes flores rojas estampadas, entra a la sala. La siguen sus cinco hijos vestidos de rosa, en fúnebre procesión. En las mejillas de todos se adivina una rosácea que ya la urticaria ha convertido en una gran infección de mejillas agrietadas.
En el segundo piso de la casa se ve un piano en
el que se acomoda, Rosa, quien según la madre es prodigiosa, la mayor de las
hijas, de manos regordetas y anchas caderas, de mejillas redondas y tobillos
que no pueden contener los zapatos de charol. Y toca pesadamente el pobre
instrumento con destemple.
Al padre, de rostro redondo y bigotes flotantes
no se le logra ver el cuello. Él ha dado la orden de empezar a comer, justo
cuando todos están a punto de enloquecer de tanto salivar. ¡Larga espera desde
las medias nueve! ¡Demasiado para aquellos gigantes estómagos!
Aquel almuerzo es memorable. Todos hablan eufóricos
con sus bocas llenas, mientras se pelean por el último trozo de pernil, la que
se adivina es la última cucharada de puré, una gota en la sopera y un grano de
azúcar que brilla en una de las pirámides de postres. En un santiamén la mesa queda
despoblada.
El movimiento es imposible. Ventosidades y eructos
sonoros, gases se destilan densos al unísono. La casa está a punto de explotar.
Los marcos con aplicaciones de yeso adheridas a
la pared, cobran vida y aquellos cuerpos inflados como globos, van subiendo por
las paredes para colgarse en su azucarada materia: el padre se convierte en presidente; la madre en meretriz, y
al lado, las dos hijas de la mitad con varias mujeres que animan a los clientes
que ya circulan por el lugar. Los dos hijos menores en sus ceñidos vestidos, se
convierten en toreros atravesados por los inmisericordes cuernos de unos toros
embravecidos, al otro lado de la habitación. La sangre brota a borbotones. El
padre y la madre impasibles; y las hermanas ocupadas en sus voluptuosos
menesteres, no pueden hacer nada. Deben esperar hasta la hora de las vísperas
para recobrar vida en la cena y ver si los hermanos han muerto para entonces.
Me imaginé ese cuento como una fotografía de Saudek, abrazo Fer.
ResponderEliminarMi querido Checho, y la verdad, no dista mucho del concepto Saudekiano y su bizarría. Un abrazo.
EliminarMi querido. Me da inmenso gusto disfrutar de la expresión de la creación de quien considero mi amigo.
ResponderEliminarMi querido y siempre recordado Gilthon, que honor me haces amigo. Un abrazo.
EliminarSentí q estaba en una escena de una casa d un cuadro de Botero q cobraba vida
ResponderEliminarQuerida Caro, por ahí también está la fuente de inspiración. Gracias por tu tiempo y tus ganas de leer estos pedazos de alma indómita. Un abrazo.
EliminarGenial muy entretenido jajaja por un momento me pareció descripción de mi familia por eso que mi madre
ResponderEliminarla hermosa se llamaba Rosa y éramos 5 chiquitines a la mesa , y mi Padre ; eso sí muy flacos jajaja 😅😅😅. Gracias amiguito Luis bueno leerte... También me imaginé una pintura de Botero andante jajaja 😅😅
Jajaja, qué bien Carmencita! Y qué bueno que eran flacos, me hiciste reír. Eso de Botero andante es genial. Un abrazo.
EliminarDon Luis Fer. Qué tal? Bien o no?
ResponderEliminarUn placer leerlo como siempre. Allan Averson.
El placer es mío, Allan, al saberme leído por ti. Un abrazo.
EliminarMi estimado Luisfer qué deliciosa pieza. Me encantó esa minuciosa descripción de los personajes y su entorno, y la forma como atrapas al lector desde el primer renglón. Literalmente, me la devoré. Un abrazo. Juan Guillermo Londoño.
ResponderEliminarHonor que me haces, Juangui querido. Un abrazo fuerte.
EliminarMuuuuuuuy original. Luz Stella Muñoz.
ResponderEliminarGracias, Luz Stella querida por animarme siempre y estar ahí como una fuente constante. Un abrazo.
EliminarEncantador y distinto. Como siempre muy entretenido Gran Rosaescrito
ResponderEliminarPrima hermosa, como siempre gracias mil. Un abrazo.
EliminarEs un gozo leer cada escrito tuyo.
ResponderEliminarMi querida Ara, más gozo yo al saberme leído por ti. Te mando un abrazo.
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