¿IT/ESO o LADY MACBETH?

Tenía tantas ganas de asustarme, de sentir terror, por eso fui a ver la película It/Eso; ahora en cartelera en Colombia; menos mal que Lady Macbeth me devolvió la fe en la tragedia... con ella recuperé la platica perdida.



Un payaso triste, no risas, no terror!

¿Qué si sentí miedo? pues no, nada, eso fue lo que no sentí y lo que esperé sentir viendo It, ¡Qué decepción! sobre todo para quienes como yo, se asustan de su propia sombra. Qué fiasco para una película clasificada en el género del terror y basada en la novela del mismo nombre de Stephen King, uno de los máximos exponentes del terror y del suspenso. Ahora bien, mi comentario, tengo que advertirlo, no es técnico, no conozco del tema ni estoy interesado en ser experto o crítico de cine; mi juicio está basado en las emociones que la película no logró despertar en mí y en los amigos que conmigo estaban; en las expectativas que nos habían creado y que no fueron colmadas; en la desilusión por la platica que no volverá a mi bolsillo.



It, se quedó en  éso, sólo Éso

Mi concepto radica más bien en el enfoque de un cinéfilo que busca, cuando va al cine, -más que divertirse el fin de semana o llenar el tiempo con algo qué hacer-; historias bien contadas, con sensaciones bien definidas, en este caso, con sustos de ésos que te arrancan temblores, gritos, mallugamientos por parte del vecino y exclamaciones hiperbólicas que se convierten en el hazmerreir de los demás y que crean un miedo colectivo que inunda toda la sala; pero no, nada de eso sentí viendo It. ¡Que me devuelvan la plata y que se disculpen con King, porque no lograron traducir su género!



Afortunadamente, para una película mala siempre hay muchas más buenas, ése es el caso de Lady Macbeth, uno de ésos filmes espectaculares que te hacen salir del cine con frenesí y verborrea, con miles de sensaciones y pensamientos, en un proceso desencadenado por la eterna dialéctica entre el ello, sus pulsiones y deseos; el yo, buscando realizarlas y el superyó, que como instancia moral no fue capaz de detener la realización de las más atroces pasiones de la mencionada Lady.


Lady Macbeth, frenesí que no detiene nada ni nadie

Lady Macbeth, basada en la obra que el escritor ruso, Nikolai Leskov, publicara en 1865, me trajo a la mente a la clásica e inmortal "Cumbres Borrascosas", de Emily Bromte, no sólo por los paisajes de páramos, cumbres y nevados característicos de Yorkshire, muy similares a los de Mtsensk, sino también por la afinidad que se puede inferir entre la escritora y la protagonista de una y otra. Emily Bromte, de la que se dice fue una de las primeras escritoras en enfrentarse a la estructura represiva de la Inglaterra de su tiempo, le permite a sus personajes femeninos sentir las más bajas pasiones e imaginarlas, al igual que lo hiciera Katerina Ismailova, quien dominada y enjaulada en su propia casa, en un mundo dominado por hombres, toma la decisión determinante de vivir su sexualidad con desenfreno, hasta llegar a las últimas consecuencias, su propio destierro interior, su soledad. 


Emily Bromte, en frente de guerra contra la era Victoriana

Lady Macbeth es para mí una de las tragedias mejor contadas en mucho tiempo, y qué decir de sus extraordinarias actuaciones-; profundas, llenas de pausas dramáticas que te dan tiempo para reponerte y prepararte para la próxima embestida, logrando con ello sumergirte en el dilema moral, común a todos los seres humanos, el del bien y el mal. ¡Se las recomiendo!


Lady Macbeth o cuando las paredes no pueden contener la fuerza de la pasión...

Por último quisiera con el permiso de todos, hacer una moción de cultura. Señoras y señores, el celular, apáguenlo, sí, no lo dejen en silencio, apáguelo y eliminen con ello la tentación de molestar a su vecino, y, ni se le ocurra contestarlo mientras ve la película. 


Recoja los recipientes de la comida que ingirió y no riegue más crispetas, que las que por fuerza del desbordamiento con que las sirven los dependientes, suelen caer al piso; no vaya a ser que vengan las ratas a roerle su fino calzado y cercenarle las extremidades inferiores, a causa de la sobre-alimentación por la cantidad de comida regada en el piso. Cultura, cultura!



Vienen más sorpresas de diseño de interiores, poesía, literatura y otros temas, espéralos en un nuevo post. 


¡Gracias por ser parte de mi pasión y por tus comentarios!


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